Hay dos letras que están cada vez más de moda en el mundo del cuidado personal y la belleza: CC. Se trata de las iniciales del término "clean cosmetics" (cosméticos limpios). En Estados Unidos se los llama también "safe cosmetics" (cosméticos seguros). En los dos casos, se trata de productos que evitan el uso de sustancias dudosas. Por otra parte, es importante decir que en el caso de algunas sustancias contenidas en los CC tampoco está del todo claro si son perjudiciales para la salud y en qué medida.
Un ejemplo: los parabenos son una sustancia ideal para conservar cosméticos, ya que impiden el crecimiento de bacterias y hongos, evitan que el cosmético se contamine y prolongan de esta forma su duración. Sin embargo, entre los consumidores se extendió la idea de que son potencialmente cancerígenos, aunque no haya un cuerpo de pruebas serio para aseverarlo. El problema es que evitar la proliferación de bacterias es importante, como por ejemplo en el caso de las cremas de día para la cara, en las que se meten los dedos todos los días y que se aplican cerca de los ojos.
Los CC también suelen renunciar a las siliconas, aceites conformados principalmente por silicio de textura especialmente delicada y suave, motivo por el cual son adoradas por la industria cosmética. La contra es que tienen un efecto sellador y que por otro lado son difíciles de descomponer biológicamente, es decir, de eliminar.
La parafina, otra de las sustancias que suelen evitar los "clean cosmetics", es algo más discutida: para algunos dermatólogos es muy bien tolerada por la piel, aunque para otros, la parafina líquida, que permite que se puedan aplicar con suavidad lápices de labios y cremas, contiene aceites minerales que funcionan como una película que no deja pasar el aire. Esto no permite respirar a la dermis y hace que se seque por debajo del producto. Como consecuencia, se usa más crema para hidratar en un círculo vicioso que perjudica a la piel, ya que demasiada parafina repercute en la capa de barrera a largo plazo.
La pregunta es si tiene sentido renunciar a determinadas de estas sustancias. Y la otra sería qué hay exactamente en los "clean cosmetics". ¿Qué sustancias y métodos emplean los fabricantes de CC para garantizar la conservación de sus productos?
En algunos de ellos se emplea el fenoxietanol, un conservante con buena tolerancia al que casi nadie reacciona alérgicamente. En el caso de otros productos, se renuncia al agua para quitarle a las bacterias suelo fértil. Otra posibilidad es evitar los cierres estériles, de modo que el producto entre en contacto con oxígeno y bacterias desde el inicio.
Está claro que los productos que se venden como "clean cosmetics" deben asegurar que son buenos para la piel y poco invasivos. Por eso, entre sus principales consumidores están las personas ecologistas y que suelen consumir productos orgánicos.
En las tiendas, los "clean cosmetics" suelen encontrarse en los mismos estantes que los productos de cuidado personal biológicos. Sin embargo, para estar realmente seguro de que son similares habría que analizar las sustancias de los "CC" una a una.
Hay que tener en claro que el término "clean cosmetics" es vendedor y está destinado a llamar la atención de ciertos consumidores a los que les gusta comprar a conciencia y que tienen preferencia por lo natural. Entonces, ¿los "clean cosmetics" no son más que una estrategia de ventas? No necesariamente. Pero como consumidor crítico y consciente, se hará bien en leer con detenimiento lo que dice en potes y tubos.
La nueva tendencia son los "clean cosmetics" pero ¿qué son?
Son nuevos elementos para maquillarse que -se supone- no incluyen en su fórmula compuestos perjudiciales para la salud. Una onda natural.
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