Esta debería ser la temporada alta para un hotel de 12 habitaciones cerca de la estación de trenes en el centro industrial chino de Wuhan.
Sin embargo, el lugar está vacío. Wuhan, el centro de un brote viral mortal, está bloqueado debido a la inesperada propagación del coronavirus. "No hay un solo cliente'', dijo el propietario del hotel que sólo se identificó con su apellido, Cui. Todavía tiene que pagar renta y servicios. En lugar de contar sus ganancias, calcula perder 1.500 dólares al mes.
El brote llegó en un mal momento para Wuhan, China y la economía mundial.
China, la segunda economía más grande del mundo, ya se desaceleraba incluso antes de que surgiera el coronavirus.
Al mismo tiempo, la economía mundial sobrelleva la caída económica de la India, la séptima economía del mundo, a la que el Fondo Monetario Internacional redujo la semana pasada en cuanto a su pronóstico de crecimiento para este año.
El coronavirus ha sido comparado con el brote de sars, que paralizó a las economías de China y Hong Kong durante semanas en 2003. Sin embargo, lo que sucede en China actualmente tiene más repercusiones a nivel mundial que antes. En 2003, China representaba 4% de la producción global, ahora el 16%, según el Banco Mundial."Una desaceleración en el crecimiento en China tendrá considerables efectos secundarios en Asia y el resto del mundo, dado el tamaño de la economía de China y su participación como impulsor clave del crecimiento global en años recientes'', dijo Eswar Prasad, economista de la Universidad de Cornell y exjefe de la división de China del Fondo Monetario Internacional.