Se realizó anoche en las calles de la Ciudad la primera edición de la Noche de las Librerías, una iniciativa que ya existe en otros lugares del mundo y que encontró su réplica entre las acequias y los árboles del microcentro mendocino.
Fue una noche con olor a libros y sin lugar a dudas los fanáticos de la lectura pudieron disfrutar de los lugares donde habitualmente compran sus textos pero a la luz de la luna. La inciativa duró hasta la medianoche y al igual que le ocurrió a Cenicienta, a esa hora se rompió el encanto.
Para otros, en tanto, fue la oportunidad de descubrir lugares nuevos, ofertas distintas, caras nuevas o simplemente adquirir un regalo navideño a precios especiales (aunque salvo excepciones los descuentos fueron escasos).
De todas maneras, el debut fue auspicioso y tuvo picos interesantes, como la presentación de los artistas gráficos Chanti y Rep en la Peatonal, que atrajeron a los niños -fanáticos del primero- y a los más grandes -seguidores del segundo-; las actuaciones e improvisaciones de Ernesto Suárez en la puerta de la librería Rayuela, la oportunidad de conocer literatura infantil en Edelij, escuchar buena música, degustar vino o pasar el calor con una buena cerveza artesanal mendocina.
Participaron de la propuesta las librerías Centro Internacional del Libro, SBS, Iván Miszei, Cosset, Casa Lara, San Pablo, Rayuela, Edelij, Técnica, Chaplin, Maicel, Ágape, Florencia, Artemanía, Providencia, Le Club y AM Libros.
De gira literaria
Borges dijo alguna vez que la lectura debe ser una de las formas de la felicidad y que no se puede obligar a nadie a ser feliz realmente, aunque quienes participaron de la propuesta disfrutaron con alegría de la noche.
La Municipalidad de la Ciudad propuso la Noche de las Librerías -con poca difusión según los libreros, sobre todo aquellos que tuvieron los salones vacíos, y los visitantes consultados- y la respuesta de turistas y mendocinos fue de satisfacción por la oferta cultural “distinta”.
Además, la gente pudo apreciar números artísticos, livings en las veredas, pijamadas de cuentos, bibliotecas ambulantes, lecturas con degustaciones y mesones con ofertas, entre otras creativas propuestas.
“Si la Muni nos dejara poner mesones en la calle venderíamos más todos los días, porque llamamos la atención de otra manera”, aseguró un librero satisfecho por la convocatoria, masiva por momentos (un paisaje extraño para estos tiempos de libros electrónicos y precios elevados), desierta por otros (sobre todo al inicio, cuando el calor pegó más fuerte).
El recorrido del bus
Quizás haya que hacer un llamado de atención para el servicio de bus turístico que dispuso la Ciudad. Aunque acertó en que fuera gratuito y muchos de los mendocinos y turistas lo usaron, algunos recorridos fueron sin sentido.
Por ejemplo, el vehículo partió desde Garibaldi y San Martín, pasó por Pedro Molina y San Martín, para regresar a la calle Garibaldi (a 60 metros del punto de partida) y luego seguir recorrido hacia otros destinos más lejanos.
Pero el resto de la experiencia fue satisfactoria y cada una hora los usuarios pudieron continuar viaje.
“Nos parece fantástico que se haga esto. Esperamos conseguir buenos libros a buen precio y hacer el recorrido completo para ver si encontramos buenos regalos de Navidad”, dijeron Raquel y Cecilia, que llegaron desde Chacras a participar de La Noche....
Vale agregar que para poder visitar las librerías, la comuna también dispuso de un servicio extendido del programa “En la Bici”, para que las personas inscriptas pudieran llegar a más lugares en el menor tiempo posible y con más comodidad que yendo a pie.
En resumen
Lo positivo
- La buena onda de los participantes y de los anfitriones. Fue una oportunidad para llevarse buenos regalos de Navidad para casa.
- Las degustaciones de vino mendocino y de cerveza artesanal.
Lo negativo
- La desorganización propia de una primera vez. El bus turístico es algo incómodo para recorridos de corta distancia.
- Algunas librerías prometieron degustaciones que nunca realizaron.
- Libros a costos elevados.
- El calor sofocante.