El fin de semana turístico superó las expectativas originales que tenía el gobierno a partir de las reservas. Fueron 29.700 los visitantes que llegaron a la provincia para disfrutar de los tres días que ofrecía el lunes feriado en conmemoración del fallecimiento del padre de la Patria.
Además del plus del feriadito hubo características únicas para el turismo, ya que los últimos días se había registrado una de las nevadas más grandes de los últimos años lo que fue una tentación y favoreció el movimiento.
El sábado desde la Dirección de Planificación, Innovación y Prospectiva Turística, del Ministerio de Turismo de Mendoza, informaron que se esperaban alrededor de 23.500 personas. “La diferencia numérica es porque (las estimaciones) se hacen en base a las reservas mientras que ahora ya tenemos la ocupación, mucha gente decide venir sin hacer las reservas previamente”, explicó Cecilia Gatta, directora de Planificación Turística.
“El tema de que haya nieve, a diferencia de otros fines de semana hace que la gente se haya decidido a venir”, agregó. Justamente por eso, la provincia se posicionó como uno de los destinos preferidos a nivel nacional.
Ayer, el ministerio informó que la ocupación hotelera trepó hasta 86%, se calculaba un gasto diario de 700 pesos, con una estadía promedio de 3 días con lo cual las tres jornadas habrían dejado a la provincia unos 61,5 millones. Los hoteles de 3, 4 y 5 estrellas concentraban las preferencias como es habitual.
La vedette fue alta montaña que ostentó un 95% de reservas, seguida por el Gran Mendoza con 86%, el sur de la provincia con 70%, Luján y Maipú con 65% y Valle de Uco que alcanzó el 55%. Además, 70% provino del territorio nacional, en tanto, 16% se trasladó desde Chile, mientras el 14% restante lo aportaron otros países y el movimiento interno provincial.
Coincidió además la realización de la Fiesta de la Asunción, en el secano de Lavalle. Gatta señaló al respecto que allí acude mayormente el turismo interno y convoca a algunos fieles devotos de la Virgen.
Conflicto camionero
Con las condiciones óptimas para disfrutar de la montaña, y con la capacidad hotelera casi cubierta en la zona muchos decidieron trasladarse por el día.
Sin embargo, el domingo de distensión que habían programado tropezó con el piquete que un grupo de camioneros estableció sobre la ruta 7 a la altura de Uspallata. Estaban sumamente molestos luego de 10 días de espera para cruzar a Chile, en algunos casos, dado que antes de ayer se había habilitado el túnel internacional sólo para vehículos livianos por la presencia de hielo en la calzada.
El impedimento para seguir más allá de la villa, varias horas de espera y el dinero gastado en un viaje que no pudieron concretar caldeó los ánimos lo que generó fuertes intercambios, -incluso de pedradas- entre los paseantes y los transportistas.
Ayer, el gobernador Francisco Pérez culpó de la situación a las autoridades chilenas: “Lo de ayer (por el domingo) fue un desastre y anárquico por una decisión intempestiva y totalmente fuera de lugar del Coordinador de Chile en Los Libertadores". Ante lo cual dijo que sugerirá que cambien al coordinador chileno del paso Los Libertadores
El lunes fue más distendido. El ingeniero Facundo Aguirre, coordinador de Vialidad Nacional en el Cristo Redentor subrayó que fue un día tranquilo y totalmente normal. Favoreció esto el buen clima que reinó en alta montaña: la noche del domingo no se habían registrado nevadas ni viento por lo que a las 8 de la mañana ya había camiones en la boca del túnel.
En toda la jornada lograron pasar 630 de ellos, mucho más de los 400 que se estimaban. Para hoy se espera lo logre otro tanto para ya normalizar la situación en cuanto a la cantidad que espera, ya que se habían reunido cerca de 1.500 vehículos. Según el pronóstico, la próxima semana presentará condiciones de buen tiempo, con sol y ascenso de la temperatura.