Mendoza vive una nevada histórica, luego de una década que se ha caracterizado por escasas precipitaciones en la montaña.
Ayer pasadas las 11 de la mañana, cuando Los Andes dejó una Uspallata blanca, el camino empezó a estrecharse. La nevada no sólo hacía que la ruta fuera cada vez más angosta sino que el limpiaparabrisas casi no alcanzaba a despejar el vidrio de los copos blancos.
Más temprano, cuando el sol comenzó a iluminar el camino poco antes de llegar a la villa de Uspallata, a la luz del día se sumó la del resplandor de la nieve que se había acumulado y seguía cayendo. Alrededor de las 9, informaron desde Gendarmería Nacional, la temperatura alcanzaba los 2° y la acumulación de nieve era de 10 centímetros, aunque por la tarde ya era del doble, algo poco usual en esta localidad cordillerana.
En las calles sólo se podía ver a algunos perros: la gente había preferido mantenerse adentro. Un comerciante reconoció que esa nevada no era habitual y por eso los pobladores no salían de sus casas. De todos modos, sabían que lo peor vendrá cuando deje de nevar, se despeje y la helada se haga sentir. “Nos agarró de sorpresa. Hacía mucho que no nevaba así de fuerte”, confesó Andrea (33).
“Nos acostamos con lluvia y amanecimos nevados”, planteó ‘Juanjo’ Mestre, de Desnivel Aventura, mientras entregaba unos trajes térmicos. Y su padre, Gustavo Mestre, vicepresidente de la Asociación de Comercio y Turismo de Uspallata, manifestó entusiasmado que con estas condiciones favorables para la afluencia de visitantes podrán llegar con tranquilidad a octubre.
El trayecto a partir de Uspallata no resultó tan sencillo. Es que pese a que las máquinas de Vialidad trabajaban para despejar la ruta, la intensa nevada hacía que la franja de calzada liberada para el paso fuera cada vez más angosta. Por otra parte, la precipitación provocaba que en algunos sitios el suelo se congelara y estuviera resbaladizo.
Las condiciones, sin embargo, permitieron a los pocos que se aventuraron por el camino apreciar una postal que el corredor internacional no suele ofrecer. Una media docena de guanacos había descendido a los cerros cercanos a la ruta por el frío y un poco más adelante, el grupo de estos animales era considerablemente mayor. Incluso unas horas más tarde, como la nevada continuaba, se habían acercado ya a la calzada.
A la altura de Cerro Amarillo, un colectivo estaba varado -ya sin sus ocupantes- desde la noche del miércoles. Ya en Penitentes, donde la pared blanca superaba el metro de alto, varios vehículos habían desaparecido bajo la nieve y a otros apenas se les veía el techo. Es que aunque las máquinas despejaban la huella, a los 10 minutos volvía a desaparecer.
Pese al intenso trabajo que les demandó el temporal, los mecánicos de Vialidad Héctor Jara, Diulio Scaffidi y Hugo Mendoza, acostumbrados a lo imprevisible de la montaña, comentaron que ante esta situación sólo queda enfrentarla como se pueda. Los gendarmes no sólo contaron con mates para ello, sino también con chistes y anécdotas que han ido acumulando de quienes viajan por esa ruta.
El lunes y martes podría volver a nevar
El temporal de viento y nieve en alta montaña se extenderá hasta el sábado, señaló Carlos Bustos, pronosticador de la Dirección de Agricultura y Contingencias Climáticas, y recién el domingo mejorarían las condiciones.
Sin embargo, el lunes y martes se esperan nuevamente nevadas, provocadas por el ingreso de un sistema de baja presión desde el océano Pacífico.
En cambio, en el llano, planteó, no es probable que nieve pero sí habrá lluvias y lloviznas y un marcado descenso de la temperatura.
Ricardo Villalba, director del Ianigla (Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales), comentó que todo indica que este año habrá más nevadas que en los últimos cinco, de crisis hídrica.
De todos modos, resaltó que hasta el miércoles -sin contar con las nevadas de ayer-, el registro de las estaciones en altura del Departamento General de Irrigación apenas alcanzaba el 50% de la media histórica. Así, en Horcones se habían acumulado 128 milímetros, cuando el nivel de referencia es de 247 mm.
Piden circular con precaución por rocas en la calzada
En Punta de Vacas, la acumulación de nieve alcanzó ayer 1,50 metros, informó el jefe del Escuadrón Uspallata de Gendarmería Nacional, Claudio Omar González.
El también coordinador argentino del paso a Chile recomendó a quienes quieran viajar a la montaña que estén atentos a los comunicados y que aún cuando esté habilitado el camino hasta algunas localidades turísticas, tengan mucha precaución porque se pueden encontrar con rocas de gran tamaño en la ruta.
En coincidencia con el horario de mayor intensidad de nevadas, el camino más allá de Potrerillos estuvo cortado ayer entre las 14.30 y las 17. Es que las precipitaciones habían provocado desprendimientos a la altura de la curva de Guido (como ya ocurrió el 12 de julio) y en otros dos lugares en la ruta. A partir de las 5 de la tarde, se habilitó nuevamente el tramo hasta Uspallata.
El paso a Chile continuará cerrado mientras continúe el temporal y podría abrirse recién el domingo.