En Mendoza, solo el año pasado se realizaron 7 abortos a niñas menores de 14 años que estaban cursando embarazos, producto de abusos. Pero este no fue el caso de la niña de 12 años de San Carlos, quien decidió, junto a su madre, tener al bebé y no darlo en adopción.
El protocolo se cumplió en este caso, como en los otros, la niña llegó al hospital en donde recibió la atención médica propia de un embarazo, pero de forma paralela intervino un equipo multi interdisciplinario, debido a que al tratarse de una menor de 14 años, siempre se considera que hubo abuso.
La pequeña no tenía la madurez necesaria para que se considere que podía prestar su consentimiento antes de mantener relaciones sexuales con su novio, un joven de 17 años.
La niña fue atendida por psicólogos, médicos y trabajadores sociales, que comenzaron el abordaje del tema y le explicaron que podía practicársele un aborto, así como tenerlo y darlo en adopción, o conservarlo. Desde el ministerio de Salud y Desarrollo Social explicaron que la decisión de la pequeña fue tomada con su madre y optaron por tenerlo y no darlo en adopción.
Los mismos pasos se siguieron con una niña de 13 años del barrio San Martín, quien también optó porque su embarazo llegara a término, y luego, el bebé fue dado en adopción.
Cabe destacar que en estos casos el Código Penal en su artículo 86, prevé el aborto no punible. La ley no especifica un tiempo límite para realizar dicho procedimiento en casos de abusos a menores de edad, pero sí establece que la mujer no debe correr riesgos y se especula (aunque eso dependerá del médico), que después de las 20 semanas de embarazo podría ponerse su vida en peligro, por lo que no se aconseja, aunque igual se le explica a la paciente que es su decisión.