Koku Istambulova tenía 27 años cuando el último zar, Nicolás II, abdicó, y ya era anciana cuando finalizó la Unión Soviética, y aunque es dudoso que realmente tenga la edad que sostiene tener hoy en día (129 años), ella lo sostiene y afirma estar ya muy cansada.
En el pasaporte que encontró la Federación Rusa figura como fecha de nacimiento el 1 de Junio de 1889. Koku y su familia fueron deportados después de la Segunda Guerra Mundial junto con toda la nación chechena a Kazajstán y Siberia por Stalin, quien los acusó de colaboración nazi.
Consultada sobre como llegó a vivir tantos años, la mujer sostuvo que se trata del "deseo de Dios". "Yo no hice que que sucediera. He visto gente practicar deportes, mantener una dieta especial, mantenerse en forma y no tengo ni idea de como yo he vivido tanto", indicó.
Koku agregó que no ha tenido "un solo día feliz en su vida. Siempre he trabajado duro, cavando en el jardín. Estoy cansada. Una vida larga no es un regalo de Dios para mí, sino más bien un castigo", se lamentó.
Los familiares dicen que hace cinco años perdió a su última hija viva, Tamara, que alcanzó los 104 años, pero ella no habla sobre la tragedia de su familia -perdió varios hijos, incluido un hijo de seis años-.
Koku puede moverse por si sola y es capaz de alimentarse, pero su vista está fallando. "Sobreviví a la Guerra Civil (rusa) (después de la revolución bolchevique), a la Segunda Guerra Mundial, a la deportación de nuestra nación en 1944 y las dos guerras de Chechenia. "Y ahora estoy segura de que mi vida no fue feliz". "Recuerdo tanques con alemanes pasando por nuestra casa. Fue aterrador. "Pero traté de no mostrar esto, estábamos escondidos en la casa".
Las autoridades dicen que todos sus documentos se perdieron durante la Segunda Guerra de Chechenia de 1999 a 2009. El fondo de pensiones, un organismo estatal, afirma que hay 37 personas mayores de 110 años en Rusia. Pero todas estas afirmaciones, incluida la de Koku, son imposibles de verificar debido a la falta de registros escritos confiables sobre el nacimiento o la primera infancia.
Desde la muerte de Nabi Tajima, de 117 años, en Japón el mes pasado, se considera que la mujer documentada más antigua del mundo es Chiyo Miyako, nacida el 2 de mayo de 1901, también de Japón. Y hasta el momento, el récord lo tenía Jeanne Calment, de Francia, que vivió 122 años y 164 días, muriendo en 1997.