Tuvieron que pasar 75 años para que Diana Prince, el personaje de comic creado en 1941 por el dibujante William Moulton Marston -dicho sea de paso, también psicólogo, inventor del detector de mentiras y que convivió al mismo tiempo con dos mujeres con las que engendró varios hijos- llegara finalmente al cine.
Si bien la historieta de Moulton Marston tuvo numerosas encarnaciones animadas, fue recién la versión televisiva que protagonizó Lynda Carter entre 1975 y 1979 (a la Argentina llegó en 1977) la que le dio popularidad y la convirtió en un verdadero ícono pop que hasta hoy sigue siendo recordado.
La película, que se estrena hoy en las multisalas de todo el país, tiene como protagonista a la actriz israelí Gal Gadot, quizá no muy conocida en esta parte del planeta pero que supo robar cámara en "Batman v Superman: el origen de la justicia" (2016) y que en su país es toda una celebridad.
Esta "Mujer maravilla" es también la primera película de superhéroes que dirige una mujer, Patty Jenkins, antes realizadora de "Monster" (2003) que le valió un Oscar a Charlize Theron por su papel de una asesina lesbiana, y de la serie de tevé "Arrested Development", entre otras.
Una isla de mujeres
El personaje de Diana Prince, la máscara tras la que se esconde la Mujer Maravilla, es una princesa guerrera del pueblo de las amazonas, una semidiosa hija de Zeus y de una mortal, que ha sido criada en una isla protegida y entrenada para convertirse en una luchadora invencible.
Precisamente en esa isla, habitada exclusivamente por amazonas, recalará tras un accidente el avión del piloto Steve Trevor (Chris Pine, el capitán Kirk de la saga "Star Trek"), quien será salvado por la princesa y le contará que el resto del planeta está inmerso en una sangrienta guerra (supuestamente la primera guerra mundial de 1914-18).
Tras este comentario, la princesa Diana, que parece ignorar todo lo relativo al mundo de los mortales, decide dejar su hogar en la isla y dedicarse de lleno a luchar para detener la guerra. De hecho, ha sido educada para eso, con el único propósito de derrotar a Ares, dios de la guerra, y mantener la paz en un mundo que, por otra parte, desconoce.
En Londres y en el campo de batalla Diana aprenderá muy rápidamente sobre la humanidad y sus problemas con el sexismo, el alcoholismo, el colonialismo y el racismo, entre otras linduras sobre las que Diana mostrará una inagotable curiosidad con la que saciar su ignorancia.
Cabe preguntarse, por cierto, cómo es que una princesa que ha sido educada para ser guerrera y que sabe tanto de filosofía y arte, no esté enterada de las debilidades humanas y ni se imagine lo que pasa al otro lado del mundo. Quizá en la isla donde ha vivido le han ocultado esas cosas. Pero para eso está Trevor, para ayudar a esta mujer de otro mundo a aclimatarse con los mortales.
Pine, por su lado, interpreta a Trevor como si fuera un primo lejano de Indiana Jones (incluso juega con un acento que evoca inmediatamente al de “La última cruzada”). Él tiene su propia misión, detener al malvado general de los alemanes Ludendorff (Danny Huston) y a la Doctora Maru (Elena Anaya) para que no prolonguen la guerra, pero nunca queda en duda que esta es la película de Diana. Será ella la encargada de salvar al mundo de la guerra, una verdadera heroína noble tan capaz de mostrarse perpleja ante la moda de las mujeres y la moral de la época, como de cargar un tanque de guerra y repeler las balas de una ametralladora con su célebre brazalete.
El desconcierto de Diana es explicable. Hay que tener en cuenta que ni siquiera su madre (interpretada por la danesa Connie Nielsen) le explicó alguna vez los motivos por los cuales se la educaba como guerrera.
Y ni hablar de sexualidad. Diana ha vivido hasta sus casi 30 años entre mujeres, lo que implica que es: o virgen o lesbiana. Pero para que nadie sospeche lo segundo, apenas conozca a Trevor, el primer y único hombre que ha visto en su vida, empezará a sentir mariposas en el estómago para que no queden dudas de que también es una señorita hecha y derecha.
Más novedades en cartel
Abattoir
Thriller de terror del mismo director de la segunda y tercera parte de la saga “El juego del miedo” (“Saw”), Darren Lynn Bousman, que ahora se mete con un adinerado personaje que compra casas en las que se han producido grandes tragedias, hasta que un día su propia familia es brutalmente asesinada. Una agente inmobiliaria se encargará de investigar el caso junto a un oficial de policía, para tratar de entender qué se esconde detrás de estos crímenes. Protagonizan Jessica Lowndes, Joe Anderson, Lin Shaye, Michael Paré y Dayton Callie.
Colossal
Ciencia ficción, acción, suspenso y hasta comedia combina esta película sobre una joven neoyorquina que, después de haber perdido su trabajo y su novio, descubre que está misteriosamente vinculada con un monstruo gigante o “Kaiju”, el cual está destruyendo la ciudad coreana de Seúl, que es precisamente donde ella nació. Pero la película no es coreana sino coproducción entre Estados Unidos y España y la protagonizan los estadounidenses Anna Hathaway (“Los miserables”) y Jason Sudeikis (“Quiero matar a mi jefe”) y el británico Dan Stevens (“Downton Abbey”), entre otros.
En el Cine Universidad: Noticias de la familia Mars.
La película que estrena hoy la sala de la Nave Universitaria es una comedia francesa que apuesta al absurdo acerca de un programador de computadoras divorciado y con dos hijos adolescentes a su cargo, que además debe lidiar en su trabajo con un colega bastante desquiciado y una hermana no muy cuerda. La dirigió en 2016 Dominik Moll, el mismo de la aclamada “Harry, un amigo que te quiere bien”, con los protagónicos de François Damiens, Vincent Macaigne y Veerle Baetens. Se exhibe: hoy, mañana y el sábado a las 20, domingo a las 18, martes y miércoles a las 22. (Sala Verde).