Las cuadreras -carreras de caballo en zonas rurales- volvieron a quedar en el centro de la tormenta. La muerte de Zahir Aguirre (6) tras ser embestido por un caballo desbocado que participaba de una de estas carreras el domingo pasado en 12 de octubre (Santa Rosa) reavivó la polémica sobre estas competiciones, que tienen sus defensores y también sus detractores.
Mientras la causa judicial continúa en manos del fiscal Héctor Gustavo Rosas -el caso está caratulado como "homicidio culposo en concurso ideal por lesiones culposas en dos hechos"-, esta actividad está amparada bajo un manto legal en la provincia.
No todas las carreras -de hecho, es común que la Policía Rural detecte y desbarate competiciones de este tipo clandestinas- pero sí la organización cuenta con el aval de la municipalidad donde se realiza, cumple con ciertos requisitos y también tiene la autorización del Instituto Provincial de Juegos y Casinos. Es decir, la carrera es plenamente legal. De hecho, en el caso de la trágica competencia del domingo -aunque el niño falleció el lunes- en Santa Rosa, el evento contaba con la autorización correspondiente y se cumplían los requisitos solicitados.
"Esta carrera estaba autorizada desde noviembre del año pasado por medio del decreto 5.494 y la solicitud había ingresado en septiembre, también de 2019. Cumplía con todos los requisitos. Para que se pueda hacer cualquiera de estos eventos, tiene que tener la autorización municipal (que se encarga de garantizar que se cumplan requisitos de seguridad para la gente y bromatológicos, en caso de que haya venta de comida), la del Senasa -que garantiza la seguridad y el estado sanitario de los caballos- y del Instituto Provincial de Juegos y Casinos -que autoriza las apuestas-", destacó el secretario de Gobierno de Santa Rosa, Leonardo Saile.
El funcionario resaltó que no cuentan por estos días con otra carrera programada ni con solicitud alguna para que se tramite.
Un distrito, dos tragedias
El distrito santarrosino donde ocurrió el trágico accidente es el mismo en el que en noviembre de 2017 una niña de 2 años falleció en una plaza tras una descarga eléctrica (ver aparte).
Lavalle, en tanto, es otro departamento donde estas competiciones son bastante comunes, en especial en los distritos rurales. Y desde la comuna destacaron que también se autorizan estas carreras, en la medida que los organizadores den cumplimiento a las exigencias.
Desde ambos departamentos -e incluso desde la Policía Rural- destacaron que se han intensificado los controles y que esta acción, junto con la regulación de esta actividad para que exista la posibilidad de que sea legal, permitieron que disminuyeran las carreras ilegales. No obstante, todavía las hay. Y es esa divisón de la Policía de Mendoza la que se encarga de rastrearlas y desbaratarlas.
"No puede ser legal algo que va en contra de la Ley Nacional 14.346 (Ley Sarmiento) que sanciona el maltrato animal. Por más autorizaciones u ordenanzas que hayan, nunca puede estar por encima de una ley", se manifestó por su parte el abogado especializado en la defensa de los animales, Oscar Mellado (ver aparte).
Desbocado
Según reconstruyeron los testigos al fiscal Rosas, el domingo por la tarde el caballo que protagonizó el accidente cruzó la meta de la "cancha" y lo hizo galopando a más de 60 kilómetros por hora. Casi sin disminuir la velocidad, el equino viró bruscamente hacia la izquierda, lo que derivó en la caída del jockey que lo montaba.
Fuera de sí, el animal no detuvo su marcha, rompió el alambre y uno de los palos que vallaban el lugar hasta llegar a los espectadores. Allí embistió a Zahir, a Sonia Rivas y a Federico González. Mientras que el pequeño falleció en el Notti el lunes, las otras dos víctimas permanecen internadas.
"Hay que ver qué le sucedió al caballo, por qué se fue directamente adonde estaba el público. Los caballos son temerosos y suelen huir ante estas situaciones. Pero su instinto es hacerlo hacia adelante. Este caballo tenía cierto desequilibrio", agregó Leonardo Saile, quien no descartó ninguna posibilidad: desde que lo haya picado alguna avispa o abeja hasta que le hayan suministrado alguna sustancia prohibida.
El funcionario destacó que intensificarán los controles y los harán más estrictos, aunque insistió en que siempre lo han sido ya que es parte de lo que implica autorizar una carrera así.
Exigencias
No existe ninguna ley que prohíba terminantemente las carreras cuadreras en Mendoza. No obstante, existen ciertas exigencias que se solicitan para intentar darles un marco de legalidad y, al mismo tiempo, contrarrestar con las carreras clandestinas.
Fue hace casi dos años cuando se fijaron las exigencias para regularlas. Santa Rosa y Lavalle son dos de los departamentos donde mayor cantidad de carreras tienen lugar.
Lo primero que se exige al organizador es que la "cancha" (así se llama al predio donde se desarrolla la carrera) tenga la autorización municipal y cumpla con las medidas de seguridad, entre ellas, el alambrado. Al responsable se le solicita además el CUIT y otra documentación personal, así como también que se designe a quienes van a figurar como responsables de la actividad.
También se pide el cumplimiento de las exigencias del Senasa, la presencia de un veterinario matriculado y la comuna, con apoyo de personal policial, es la que se encarga de las inspecciones visuales -previa y durante el evento- y de los controles bromatológicos y de seguridad. Enfermeros y al menos una ambulancia son parte de las exigencias también.
Menos carreras ilegales
Desde las comunas santarrosinas y lavallinas -y ratificado por la Policía Rural-, destacaron que durante los últimos dos años bajaron considerablemente las cuadreras clandestinas en la zona rural de Mendoza (generalmente se hacían -y hacen- en los distritos más remotos).
"Como veterinario, me tocaba atender situaciones que evidenciaban sospechas de carreras clandestinas, ya sea de caballos o de galgos. Todos los domingos prácticamente se hacían. Pero hace un par de año se ven menos, casi nada", destacó el secretario de Gobierno de Santa Rosa, Leonardo Saile.
"Hace un tiempo se empezó a controlar un poco más, y bajaron las carreras ilegales. Al momento en que salió la resolución con las exigencias, muchos las empezaron a hacer 'disfrazadas' de show de destrezas criollas a beneficio. Pero veías que entre ellos hablaban y había apuestas. Eso fue disminuyendo", destacó el encargado de la Policía Rural de Mendoza, Raúl Chirino.
Críticas a la actividad
Oscar Mellado es abogado e integra la comisión de Derechos Humanos del Colegio de Abogados de Mendoza y la Asociación Reencuentro por la Vida Animal (Asoreva). "Esta actividad en sí es maltrato y crueldad. Desde el punto de vista ético, rechazamos todo lo que sea cosificar a estas personas no humanas. Todos sabemos que se los inyecta a los caballos y que están estresados y se los golpea con la fusta", destacó Mellado a Los Andes.
"No entiendo cómo puede ser legal esta actividad. Hay una Ley Nacional (la 14.346) que sanciona el maltrato animal y está por encima de ordenanzas o autorizaciones. Se está utilizando al caballo y que no me vengan con que es un tema de tradición o cultura", concluyó.