En Mendoza, la mortalidad infantil se redujo a la mitad en 20 años. En 1999 la tasa era de 16,2 ‰ (cada mil nacidos vivos) y en 2018 llegó a 8 ‰ según datos de la Dirección de Bioestadísticas.
En aquel primer registro se habían contabilizado 489 fallecimientos de bebés antes del año de vida, mientras que la última medición contó 242 frente a 30.086 nacidos vivos.
El indicador se mide por trienio, en este caso 2016-2018. Incluso los dos años anteriores había sido más baja: 7,7 en 2016 y 7,5 en 2017.
De esta manera, si se toma el promedio de esos últimos 3 años, que es 7,7 ‰ , se aprecia que se ha logrado el menor indicador de los últimos 20 años. Éste es incluso inferior al promedio nacional (8,8) que también muestra un descenso sostenido, según el Ministerio de Salud de la Nación.
Por otra parte, y según los datos más actualizados de que dispone esta área, Mendoza es la séptima provincia con indicador más bajo después de CABA (la mejor posicionada), Neuquén, Córdoba, Santa Cruz y Tierra del Fuego.
Corrientes es la peor posicionada: tiene 12,8 cada mil nacidos vivos y una tasa que se mantiene casi estable los últimos años. Si se toma en cuenta la secuencia histórica de Mendoza desde 1999, el descenso ha sido sostenido con excepción de 2004 cuando pasó de 11 a 13,4. Desde 2013 logró bajarse a menos de un dígito.
Núcleo duro
Llegar hasta este punto implica un desafío hacia adelante ya que se trata de lo que llaman "núcleo duro", una situación difícil de revertir. Fueron fallecimientos neonatales, es decir antes del mes de vida, 75% de la última medición. Se atribuyen a deficientes controles durante el embarazo, atención del parto o en neonatología y malformaciones.
En tanto, 25% que de los fallecimientos de niños que ocurren con posterioridad al mes y hasta el año de vida se deben a condiciones socioeconómicas, culturales y ambientales.
El núcleo duro está conformado mayormente por casos de niños que nacen prematuros y con bajo peso.
"Lo que es más difícil de mejorar es el pronóstico de los bebes de menos de 1.500 gramos que representan la parte más importante de la mortalidad infantil", consideró la directora de Maternidad e Infancia, Mónica Rinaldi. Explicó que en relación al total, la proporción de estos casos es poca: entre 1,1 y 1,2% de los nacimientos en los servicios de salud públicos y privados. Esto es unos 350 bebés, pero 30% no logra sobrevivir. "Son los que tienen más alta mortalidad", apuntó.
Por otra parte resaltó que hay causas más fáciles de intervenir pero la prematurez es multifactorial y muchas veces no puede determinarse con certeza qué la causó. Es justamente en esto que hay que trabajar para disminuir más la tasa. Destacó que, sobre todo, hay que mejorar el control prenatal.
Mejoras
En 20 años hubo cambios que permitieron que más bebés logren vivir. Mejor tecnología médica y la accesibilidad a ésta son dos elementos determinantes. Los equipos disponibles permiten una mejor asistencia y disminuir las secuelas, tal cual destacó Rinaldi. Dijo que también ha aumentado la derivación intraútero de los casos de un efector a otro y así, disminuido la del recién nacido que puede presentar complicaciones.
Mario Bustos Guillén es director del hospital Lagomaggiore, la mayor maternidad de la provincia. Mencionó los logros de la ciencia gracias a los cuales se descubren cada vez más cuadros que producen los fallecimientos y el mayor acceso a capacitación, especialmente on line. Destacó el aporte de los trabajos de investigación: "Hasta no hace mucho no sabíamos por qué morían algunos bebés hasta que una médica vio un trabajo de investigación de otro país en el que se señalaba el impacto del abuso de drogas de las mamás y gracias a eso ahora se trabaja en detectar esto cuando algunos niños presentan síntomas y se toman medidas", detalló.
La categorización de las maternidades también ha tenido impacto positivo, ya que los casos de mayor complejidad deben ser atendidos donde existen los recursos necesarios. Ésta comenzó a realizarse en 2014 en el sector público y se avanza en las privadas desde fines de 2017.
En hospitales públicos hay mejor tasa de sobrevida
Según datos recopilados por el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes, los resultados son mejores en las maternidades públicas que en las privadas. La sobrevida de prematuros de menos de 1.500 gramos es mayor en las primeras: 68,9% en las públicas y 62,8% en las privadas.
Mónica Rinaldi, directora de Maternidad e Infancia, dijo que estos fallecimientos ocurren generalmente por una serie de carencias que presentan algunos servicios como falta de recurso humano disponible todo el tiempo en algunas especialidades. En los buenos resultados influyen la cantidad de recién nacidos atendidos y el fortalecimiento del trabajo de terapia intensiva. En setiembre se informó que 5 maternidades privadas están en condiciones de atender estos casos.