Por Alfredo Leuco - Periodista. Gentileza. Radio Mitre.
¿Qué dijo Martín Lanatta por televisión y ante la Justicia?
Lanatta, que está preso, condenado por ser uno de los autores materiales del triple crimen de General Rodríguez, dijo que Aníbal Fernández es “La Morsa”, el jefe de la mafia, el hombre más rico de la provincia de Buenos Aires y el que mandó asesinar a Forza, Ferrón y Bina.
Pero eso no es todo. Dijo que el criminal fue un empleado de Aníbal y de la SIDE, conocido como Máximo, y que el ex jefe de Gabinete recaudaba para él y para Cristina, tanto en el tema del contrabando de efedrina -que incluyó aportes a la campaña electoral del 2007- como en el manejo de parte de la Aduana y del Renar. En todos los lugares había hombres de su confianza.
Lo del Renar es doblemente grave. Lanatta con doble “te” trabajó en ese lugar y conoce el paño. Hizo revelaciones sobre el Renar, que manejaba Andrés Meiszner, hijo José Luis, ex presidente de Quilmes, cómplice del escándalo de corrupción de la FIFA y socio de Aníbal en el estudio jurídico.
El preso juró que en ese lugar se acumuló un arsenal de armas ilegales producto del plan “desarmar” y que esas pistolas y ametralladoras fueron destinadas a
La Cámpora, la Tupac Amaru y a recaudar fortunas vendiéndolas al Paraguay. Pregunta: ¿dejaron algún delito sin cometer?
¿Qué dijo Aníbal Fernández de semejantes acusaciones?
Dijo que a Martín Lanatta le compraron la lengua. Una manera carcelaria que utilizan en el hampa para decir que le pagaron para que mienta. ¿Quién le pagó a Martín Lanatta? Aníbal acusó a Clarín, Jorge Lanata, Elisa Carrió y hasta el imperialismo norteamericano.
¿Qué dijo Ibar Esteban Pérez Corradi ayer ante la jueza María Servini?
Que Sebastián Forza le dijo que “La Morsa” era Aníbal. Lapidario, contundente. También nombró a Ricardo Echegaray, el escudo protector de todos y todas y a Héctor Capaccioli, el gran recaudador de Cristina 2007 que recibió aportes de la mafia de los medicamentos, la efedrina y que al parecer encima eran solo cheques sin fondo para justificar otros aportes de dinero sucio y negro de toda negritud.
¿Qué dijo ayer la doctora Elisa Carrió?
Que Aníbal manejaba la droga desde el gobierno con secuaces, como el comisario Carlos Gorosito y sus asesinos a sueldo.
Y agregó que fue el principal causante de las familias heridas y la muerte por la droga y el narcotráfico que han envenenado a la nación. Y para el final dejó una expresión de deseo: “Ojalá ésta sea la primera detención por robo, asesinato y narcocrimen”.
¿Qué dijo Aníbal?
A Carrió le dijo de todo. Que no tenía los patitos en fila, que era una enferma psiquiátrica y le inició seis juicios. Aníbal ya perdió 5 de esos juicios y en el sexto fracasó el primer paso de la mediación porque la diputada dijo “no tengo por qué sentarme con delincuentes”. Están pendientes citaciones similares para Jorge Lanata, Luis Majul, Nicolás Wiñazki y quien les habla.
Nosotros, los periodistas, vamos a ir por el mismo camino y a ratificar en el juicio todo lo que dijimos porque no tenemos nada que acordar con semejante personaje siniestro.
Lo invito a que entre a Google imágenes y escriba la palabra “morsa”. Aparecerán esos mamíferos pinnípedos acuáticos gigantescos y la foto o la caricatura de un solo ser humano: Aníbal.
¿Será cierto que Google sabe todo o es una operación de Obama y los dueños de Google a los que también les compraron la lengua?
El otro día le dije Aníbal está acorralado por los jueces y por la realidad: fue imputado por enriquecimiento ilícito por el fiscal Juan Pablo Zonis y ya tiene dos procesamientos.
Está acusado de haber recibido una coima de más de 5 millones de dólares del mexicano Carlos Ahumada Kurtz y procesado por el manejo turbio y escandaloso que hizo de Fútbol para Todos junto a otros personajes salidos de “El Padrino” de Cóppola como Julio Grondona.
El otro procesamiento es uno de los más criminales y va derechito al juicio oral. Es por el plan Qunita donde hubo sobreprecios fenomenales por 140 mil kits para embarazadas y encima los productos eran una porquería que se rompían en dos minutos.
La empresa que fue la proveedora y la forma en que le adjudicaron este negocio es para el récord mundial de bajezas y truchadas. Dejaron los dedos pegados por todos lados y perjudicaron a mujeres pobres y a punto de parir. Todo muy nacional y popular.
Aníbal se vio obligado a renunciar a la presidencia de la Confederación Argentina de Hockey porque era persona no grata entre Las Leonas que, para celebrar su último título de campeonas, fueron a ver al presidente Mauricio Macri a la Casa Rosada pero sin invitar a Aníbal.
Pero, como si esto fuera poco, a esta hora todavía está prófugo el jefe de la barra brava de Hinchadas Unidas Argentinas, Marcelo Mallo. Resulta que es el legítimo usuario de una pistola Tanfoglio calibre 40 que fue utilizada en el doble crimen de los narcos colombianos en el garaje del Unicenter en el 2008.
Mallo fundó ese engendro de hinchadas a pedido de Néstor Kirchner y Rudy Ulloa Igor, su ex cadete y secretario devenido en millonario.
Pero Mallo es un hombre de Quilmes y un puntero de Aníbal o de La Morsa, si usted prefiere. Es inquietante lo que pasó con Virginia, la hermana de Marcelo Mallo.
En su peluquería la atacaron y le dieron una paliza terrible. La agarraron a patadas en el suelo. Produce terror ver su cara destruida. Está viva por milagro y nadie sabe qué significa ese mensaje tremendo en ese mundo de pistoleros y mercenarios.
Contrabando, drogas, crímenes, armas, enriquecimiento, son las palabras que conforman una asociación ilícita en la que Aníbal fue coronel y los K generales.
Ya le dije el otro día que coincido con un comentario que me hizo Nicolás: estoy orgulloso de ser acusado por Aníbal Fernández. Lo tomo como una medalla hacia mi trabajo.
Como un reconocimiento de que anduve por el camino correcto mientras el integró el estado mayor de la corrupción y el autoritarismo en la Argentina.
Me llena de satisfacción laboral compartir esta acusación con gente que respeto y valoro profesional y éticamente en el ejercicio de este oficio maravilloso.
Y la sensación de inseguridad con que nos quiso engañar a todos. Y eso de que en Alemania hay más pobres que en la Argentina, ¿se acuerda? Y aquello de que se pierdan la marchita peronista en donde ya saben. Pero esto es fracaso político y no es judiciable.
Como haber sido el mariscal de la peor derrota del peronismo en la provincia de Buenos Aires. O las sospechas que hay sobre cómo ganó las internas a Julián Domínguez o el pedido del papa Francisco a varios periodistas a través de gente muy cercana al Santo Padre de que ayudemos a frenar a Aníbal. El padre Jorge siempre lo asoció al narcotráfico.
En realidad una morsa, según el diccionario tiene dos significados. Por un lado ese animal gigante de colmillos filosos, piel dura y arrugada con unos bigotazos así de grandes. Y por el otro, el aparato que suelen utilizar los carpinteros o mecánicos para sujetar cosas y que no se muevan.
Por extensión coloquialmente se dice también “poner en la morsa”, a alguien al que se quiere presionar para que hable.
Por carácter transitivo y leyendo la realidad de la lluvia informativa sobre el tema, todo parece indicar que a La Morsa la van a poner en la morsa de la Justicia.
Una morsa en la morsa.