Más allá del pase a cuartos de final, estaba en juego el “honor” del barrio. El dueño de la plaza. El dueño de cada esquina. Estaban frente a frente la Unión Deportiva San José y Atenas Sport Club. Un clásico de barrio que renació hace dos temporadas. Y cada edición del derby es un verdadero espectáculo. El color de las tribunas es magnífico y los jugadores adentro del rectángulo de juego lo entienden a la perfección.
remisa: contra el vecino a matar o morir. No se puede perder. Y así lo entendió el equipo de Valentín Puebla, que primero le robó el juego de local en el Pozo Apache y en la revancha fue amo y señor del juego. Con un parcial de 11-0 en el inicio del juego, San José, mostró toda su identidad de juego: lanzamiento externo, marca presión, ayuda, atrape y bloqueo a la máxima intensidad.
Atenas, entró dormido y lo pagó muy caro. Con los ingresos de Estalles y Heber Sierra, la visita reaccionó y se puesto en juego. Sin embargo, cada vez que se encontraban en ofensiva los hermanos Rubia, la defensa de Atenas sufría y mucho. Ingresaron al último cuarto palo a palo. Pero, apareció la figura estelar del Garza Rubia, quien con dos triples y cuatro asistencias, permitió que San José gritara fuerte: “Ahora, festejo yo, porque soy dueño del barrio y estoy en semifinales”.
En la otra serie, el Club Mendoza de Regatas con una soberbia actuación de Gastón Guevara (39 puntos), doblegó a la Muni de Junín por 95-55 y está en semifinales. / Gustavo Villarroel