Miguel Cohan es un director que tiene en su haber buenos créditos para el suspenso en el cine comercial. Y basta como ejemplo repasar sus tres firmas anteriores. Su debut en el cine fue con "Sin retorno" en el 2010.
A ella le siguió la adaptación de una novela con "Betibú" (2014); y en el 2017 la transposición de "La fragilidad de los cuerpos", novela del eficaz Sergio Olguín que Cohan convirtió en miniserie. Con esos avales, entonces, llega "La misma sangre", esta película que se verá desde hoy en las salas mendocinas y que tiene como protagonistas a Dolores Fonzi y Oscar Martínez.
En este thriller Miguel Cohan se adentra en una relación entre padre e hija. Fonzi interpreta a la hija de un matrimonio en crisis que, a raíz de un hecho inesperado, comienza a descubrir que nada era lo que realmente parecía. Su personaje se llama Carla y, tras la muerte de su madre, vive una etapa de cuestionamientos alimentados por su esposo (Diego Velázquez) que la llevan a una nueva realidad en la que nada es lo que parece.
El elenco incluye a las figuras chilenas de Paulina García y Luis Gnecco. Fonzi es una de las actrices argentinas del momento; con un proyecto en desarrollo para Netflix: "Distancia de rescate", una película basada en la excelente novela de Samantha Sweblin, además de su papel clave en el Colectivo Actrices Argentinas. Y cuenta, a propósito del estreno de esta nueva película que la tiene como protagonista, cómo fueron las instancias del rodaje.
“Un papel tiene que ser muy cercano a mí o todo lo contrario. Que tenga alguna particularidad, y en este caso es la de que tenga este quiebre que le revela un mundo nuevo, y a la vez repite algo que viene por transmision paterna”, dice.
- Cuando vos aceptás un papel en una película, ¿te planteás el tema de cómo se muestra a la mujer?
- Sí obvio. por distintas razones podés hacer películas que hablen de personajes femeninos de ultraderecha o antiderechos y todo eso, pero está bien porque exponen una realidad.
El problema es cuando en los guiones las mujeres están pintadas, y sólo aparecen porque tiene que haber alguna en el relato al servicio del personaje masculino. Eso es un plomo. No es necesario que tenga que interpretar a una mujer como yo. Este es uno de esos.
- Tu personaje tiene dos momentos claves en la película, el primero como hija de un matrimonio que trata de disimular su crisis terminal, que muy rápido sufre la muerte de su madre, y el segundo cuando cambia completamente su actitud frente a esa realidad...
- En principio ella vive lo que le ocurre a su madre como algo que puede ocurrir, de la manera más convencional del mundo, con duelo, pero en un momento el marido le trae una nueva perspectiva y cambia el paradigma. A partir de ese momento se le fragmenta todo y empieza a tratar de unir esas piezas. Es ahí cuando comienza una intriga que avanza hacia un final imprevisible.
- ¿Cómo fue trabajar con actores como Oscar y Diego?
- Con Oscar ya había trabajado en “La patota”. Aquella vez y esta fueron espectaculares.
A Diego lo conocía pero nunca había trabajado con él. Trabajar con los dos fue fantástico. El rodaje fue muy divertido, la pasamos muy bien más allá del tono dramático de la película. Más allá de lo que se cuenta fue un rodaje muy tranquilo, y el equipo tuvo muy buena onda. Todo fue fácil y genial.
- ¿Cómo vas llevando el hecho de ser una de las referentes más visibles del Colectivo de Actrices Argentinas?
- Siempre, cuando aparece un movimiento que tiende a luchar por la igualdad de derechos, surgen reacciones. Para este año tenemos pensadas bastantes cosas y acciones. Es un año complicado más allá de las elecciones. Los que han salido a respondernos tienen respaldo económico, en cambio nosotros, sólo el popular. Eso lo hace con dinero y con el avance ultra derechista que hay en todo el planeta. Creo que es una respuesta muy concreta de oponerse al cambio.
- En el mundo del cine, ¿crece la participación de mujeres en roles que tradicionalmente eran para hombres?
- Creo que hay películas buenas y películas malas. Las buenas pueden ser dirigidas por hombres o mujeres, porque lo que importa del cine es que abarque problemáticas inclusivas, porque se trata de tener una mirada inteligente de las cosas. Siento que hay más espacio para directoras mujeres y en los equipos técnicos. También creo que es porque algo está cambiando y tiene que ver con la maternidad, en cómo las mujeres se empiezan a dividir poco a poco las tareas con los hombres, cuando empieza a surgir un cambio de paradigma real. ¿Por qué no había tantas mujeres directoras? Quizás porque seguramente las mujeres estábamos condenadas a la crianza de nuestros hijos.
- ¿Un cambio de paradigma?
- Todavía falta un montón, aunque las mujeres empiezan a darse un espacio por sus talentos, comienzan a trabajar no por el hecho de que tiene que haberlas sino porque empiezan a destacarse en lo que hacen, a hacer lo que quieren, incluso elegir tener hijos o no.
- ¿Un nuevo posicionamiento?
- No por ser mujeres u hombres van a ser mejores directoras o directores. Lo que importa son las miradas particulares sobre ciertos universos. La mirada pueden ser de mujeres o de hombres. Es verdad que cada vez tenemos más espacio, pero seguimos luchando.
Otras películas que llegan a las salas
"El manicomio": Una formulita, de terror
En un tenebroso y abandonado santuario en las cercanías de Berlín, un grupo de Youtubers decide realizar un challenge por 24 horas, que esperan se vuelva viral.
El desafío consiste en adentrarse ilegalmente en el oscuro y abandonado edificio de lo que antes fuera un manicomio. Pero pronto descubren que no están solos en ese lugar y que tampoco son bienvenidos. La película, de origen alemán y con la dirección de Michael David Pate es, según escribe Ezequiel Boetti en "Otros cines", una "pura fórmula, sin sorpresas que resulta fácil y rápidamente olvidable".
Una de las objeciones que aporta la crítica es la idea de apelar a recursos y efectos del terror que ya han sido probados en las últimas dos décadas: material filmado por los protagonistas (como en “The blair witch project”) y golpes de sonido. El filme busca “funcionar como crítica a la locura de las redes sociales”, dice Boetti.
"Obsesión": Adrenalina para vivir
Matthew McConaughey intepreta en "Obsesión" a Baker Dill; el capitán de un bote pesquero cuyo misterioso pasado vuelve a perseguirlo, cuando Karen, su ex esposa (interpretada por Anne Hathaway) lo contacta en medio de un desesperado llamado de ayuda.
Ese pedido convierte a la vida de Baker en un vaivén de sensaciones y vivencias impensadas. La película, dirigida por Steven Knight ( el mismo que conduce los favorables y bien nacidos destinos de la serie “Peaky blinders” que se puede ver por Netflix) trae como promesa y peso específico los protagónicos de McConaughey y Hathaway y, según las críticas internacionales, no mucho más.
"Cuanto más descubrimos sobre el argumento, menos sentido tiene lo que sucede. Eso incluye una revelación final que está a la altura de lo peor que han hecho directores como Nolan o Shyamalan", escribe Wesley Morris en el New York Times.