Después de la "marcha por la democracia", en Mendoza hay cierta satisfacción en el elenco provincial de Cambiemos, aunque también prudencia en las declaraciones. La manifestación del sábado, en la que todos juran no hubo "aparato" político de las fuerzas que componen al oficialismo local, es un bálsamo después de tantas marchas opositoras.
La convocatoria resulta en oxígeno político para el oficialismo, no porque el Gobierno provincial se sienta sin apoyo, porque juran que la imagen positiva de Alfredo Cornejo ronda el 60%; pero la presencia persistente de la oposición poniendo el conflicto en la calle siempre golpea.
No faltan quienes recuerden los paros y movilizaciones de la CGT en épocas de Raúl Alfonsín. El sábado alguien le disputó la calle a la oposición.
El ministro de Gobierno, Dalmiro Garay, dijo que las marchas que se realizaron en todo el país fueron “de apoyo al Gobierno y a un modo de discusión democrática que no se ha visto en las otras marchas, que se hicieron planteando que el Gobierno tiene que caer”.
Las referencias son inmediatas: las marchas del 24 (día de la Memoria) y la del 30 de marzo (movilización de las dos CTA). En uno de los actos por el día de la memoria, Hebe de Bonafini dijo: “Basta de ser democráticos para ser buenitos”; luego dijo que “soy fanática de la política, de la lealtad. Soy fanática del legado de Néstor y de Cristina”. En la del 30 de marzo, Pablo Micheli dijo: “Ojalá que haya un montón de 30 de mayo y 6 de abril hasta que se caiga este modelo económico”.
El presidente del Pro mendocino, Omar de Marchi, fue más prudente, aunque también hizo foco en sectores de la oposición sin nombre, ni apellido.
“No sé cual pueda ser el pensamiento de la gente. Creo que hay un consenso mayoritario en la Argentina de no someterse a las extorsiones permanentes de aquellos que quieren volver para atrás”.
El presidente del PD, Carlos Balter, hizo foco en el Kirchner: “Hay cansancio del kirchnerismo y de sus actitudes hostiles; más allá de que no creo que todos estén entusiasmados con (Mauricio) Macri o el Gobierno, creo que hay hartazgo de las metodologías de la oposición”.
Las lecturas son levemente diferentes, porque se habla desde diferentes lugares. Mientras que el ministro Garay es parte del Gobierno de Mendoza y busca que el apoyo también salpique a la gestión local; De Marchi y Balter históricamente han sido aliados de Macri, entienden que más que un apoyo al Presidente hubo un rechazo al populismo.
Sin embargo, el ministro entiende también que el apoyo al Gobierno no es eterno: “Que ese apoyo se traduzca o no en votos va implicar mucho trabajo, desde la concepción política hasta los resultados concretos de la gestión”.
El macrista De Marchi dijo que “los ciudadanos estamos comprendiendo que la Argentina no ha venido bien. Se advierte que tiene que producirse un cambio cultural, que tenemos derechos y también obligaciones”.
De Marchi avanza en el análisis de la marcha del sábado: “Si todo el mundo creyera que los problemas que Argentina viene arrastrando durante décadas se resuelven durante un año, entonces no hemos tenido problemas”. Luego completó diciendo: “No hay una alternativa sólida. La alternativa es kirchnerismo”.
Todos los consultados juraron que no hubo logística partidaria para sustentar la convocatoria en Mendoza. “Aseguro que no hubo ninguna base de operaciones. Destaco la espontaneidad de la concurrencia. Ha sido una movilización de un sábado en la tarde, sin colectivos, sin chori, sin planes, sin nada. Una movilización espontánea e importante, dispuesta a bancar”, dijo De Marchi.
El titular del PD también rondó el mismo concepto: “Es muy importante la espontaneidad con que ha sucedido la marcha. Es un mensaje de esperanza”. Garay también ponderó la espontaneidad de la concentración. “Nosotros no movimos nada. No es fácil mover gente. Esto fue espontáneo y en apoyo a Macri en relación a lo que había antes”.
Demócratas se resisten a abandonar el frente
En el Frente Cambia Mendoza hay ruido desde hace unos días, cuando el presidente del PD Carlos Balter hizo rodar las dudas de los dirigentes demócratas respecto de serguir conformando la coalición gobernante en la provincia. A pocos días, aparece otra vertiente demócrata, “Nueva Mendoza”, un espacio con un eslogan ambicioso “Usina de ideas del cambio”.
“Queremos proponer ideas para apoyar el proceso de cambio. Hemos sido artífices de Cambia Mendoza, hemos apoyado a Macri y a Cornejo. Creemos que salir del frente es inconveniente para los intereses del partido y de Mendoza”, dijo Richard Battagión.
Hay varios nombres conocidos en el espacio que sale a marcar una línea divisoria en el PD: la titular del Casino Josefina Canale, los ex legisladores Estela Catulo, Diego Arenas y Roberto Pradines; también está el presidente de la juventud demócrata Marcos Sánchez y el ex concejal y actual funcionario de Luján Andrés Sconfienza.