Final tranquilo para el violento asalto y secuestro de un camión en Río de Janeiro: la madre de uno de los asaltantes pudo intervenir con éxito para que su hijo se entregase a la Policía cuando estaba rodeado y apuntaba a la cabeza del conductor, según informaron hoy medios brasileños.
El asalto ocurrió en la noche del domingo y tuvo en vilo a los agentes durante varias horas en la Avenida Brasil, una de las principales vías de acceso a Río, según el canal Globo News.
Un grupo de atacantes secuestró primero un camión que transportaba 20 toneladas de carne, señaló el portal "Globo". La Policía persiguió luego al vehículo y a otro auto que lo escoltaba e interceptó al camión tras un tiroteo, tras reventarle los neumáticos a tiros.
Los asaltantes pudieron huir, menos el que iba en la cabina del camión, un muchacho de 19 años, según "Globo". Las negociaciones para que se entregue tardaron unas dos horas y se saldaron con éxito sólo cuando llegó su madre, detalló la web.
"Estaba durmiendo y llegó mi vecino llamándome", contó la mujer a "Globo". "Tomé la moto y fui. Le pedí que quitara el arma de la cabeza del muchacho (el conductor), la tirara al suelo, dejara al muchacho, y que bajara y se rindiera", señaló.
El incidente en la convulsa zona norte de Río duró en total unas tres horas, según Globo News.
El asalto fue uno más entre las decenas de incidentes similares que ocurren a menudo en las avenidas de entrada a Río. El robo de cargas en las carreteras que pasan por algunas de las zonas más pobres es uno de los problemas más habituales en la ciudad, castigada desde hace meses por una ola de violencia.
En ese contexto, Río realizó el sábado un megaoperativo con 3.600 soldados y 1.400 policías en varias favelas para detener a cabecillas de grupos criminales, justo cuando se cumplía un año del comienzo de los Juegos Olímpicos en la ciudad.
En el operativo, realizado también con vehículos blindados y helicópteros, murieron al menos dos personas.