María Inés Bellini, mamá de Silvia Rodriíguez, contó cuando se había complicado la cirugía estética de su hija que la ex cuñada de Nazarena Vélez estaba obsesionada con estar delgada y que prácticamente no comía.
La hermana de Fabián Rodríguez se había hecho fotos en Instagram con el vientre muy plano, pero quería más y se estaba haciendo otra lipo. Su cuerpo no aguantó porque además tenía una úlcera.
Bellini, cuyo hijo se suicidó en 2014, contó a la periodista Veronica Stefani, radicada en Estados Unidos, que Silvia quería verse flaca.
"Silvia fue a Colombia porque un médico le hacía una escultura. De la operación salió bien. Pero estaba dolorida porque se cosió los músculos del vientre", dijo.
“El médico que la operó se llama Rafael Redondo. Ella de la operación salió bien. Estaba dolorida porque se cosió los músculos del vientre a la piel. Y eso es muy doloroso... Silvia estaba con muchos dolores, y deben ser por la úlcera que la estaba afectando. Al tener una úlcera, la operaron esta mañana (miércoles 8). Silvia está en terapia intensiva, aislada, porque tiene que estar tranquila. Tenían que pasar 24 horas para saber cómo evolucionaba. Estaba muy débil”, aseguró, sin imaginar que acabaría muerta.
“Silvia no quería comer, quería verse más flaca. Conmigo pelea porque yo le decía ‘¿cómo querés hacerte una cirugía si estás bien, normal?’", lanzó la señora.
Silvia se había operado varias veces. Tenía siliconas en los pechos, pómulos, cirugía en la nariz, labios, extensiones y otras lipo. Estaba obsesionada con ser joven y flaca, como muestran sus fotos. El precio que pagó es altísimo