Anoche se llevó a cabo una nueva edición de "El Debate de Gran Hermano", programa conducido por Pamela David, el cual tuvo la participación especial de la mamá del hermanito Brian, Miriam. En el vivo hablaron de la vida del participante, de su última relación con una mujer policía y de su plato preferido, las milanesas con papas fritas.
La comida debió entrar a la casa el miércoles por la noche pero por cuestiones con el horario, lo dejaron para ayer.
Lo cierto es que durante la noche del jueves, Gran Hermano estuvo permisivo y aceptó que Miriam ingresara a la casa más famosa del país. Lo cómico es que recién en la tercera entrada pudo ver a su hijo.
Cuando abrió por primera vez la puerta del Cuarto Rojo, la señora encontró a Valeria. La joven lloró porque sintió culpa de que su compañero de juego perdiera la oportunidad de ver a su madre. "No me digas que sos la mamá de... ay perdón, estando aislados, es muy importante estar con los afectos, perdón", dijo la morocha y luego le entregó el plato de comida a Brian.
Minutos más tarde, Gran Hermano le dio una segunda oportunidad a Miriam y, a pesar de que varios chicos le gritaron a Brian para que entrara al cuarto, fue Francisco quien corrió y entró.
Finalmente, el Big se apiadó de la situación e invitó a uno de los participantes al cuarto rojo. Esta vez sí fue el hermanito indicado quien entró y entre lágrimas se reencontró con su mamá. Durante unos minutos hablaron, charlaron y se abrazaron.