Como las dos caras de una misma moneda, el éxito abrumador y la tragedia parecen estar unidos a la historia de “Señorita Maestra”. La ficción que se vio hace casi 40 años por la pantalla de ATC fue un verdadero suceso que se convirtió en uno de los clásicos de la televisión argentina. Pero años después de sus días más felices, la oscuridad se apoderó de la vida de muchos de sus protagonistas.
El programa “maldito” fue una creación de Abel Santa Cruz. La trama giraba en torno a una angelical maestra a quien sus alumnos de séptimo grado la amaban. Anteriormente había tenido dos versiones, interpretadas por Evangelina Salazar y María de los Angeles Medrano. Pero la emisión marcada por el desastre fue la de la actriz Cristina Lemercier.
Alejandro Lamarque, quien entre 1983 y 1985 cuando supo darle vida a Palmiro Caballasca, está viviendo en la indigencia en una casilla precaria casilla de San Vicente, está ciego, no tiene trabajo ni dinero para comprar los medicamentos que necesita por sus problemas de salud y desde hace un tiempo perdió contacto con su única hija.
Lamarque fue el último en caer en la desgracia, sin embargo la lista de desafortunados desenlaces comienza unos cuantos años atrás con varios de su compañeros, incluida la protagonista de la ficción.
Graciela Cimer, conocida por ser Etelvina, falleció tras caer del balcón de la casa que compartía con el actor Marco Estell. y Julio Silva, quien fuera Siracusa, murió acribillado en el confuso episodio por el que Fabián Rodríguez, Cirilo Tamayo en la ficción, terminó en la cárcel.
La más trágica de todas las historias fue la de la protagonista de la tira. En diciembre de 1996, el país quedó conmocionado con la noticia de la muerte de Lemercier, luego de agonizar durante cinco días en un sanatorio luego de recibir un disparo en la sien.
"El fallecimiento de la paciente se produjo por un paro cardiorrespiratorio. La muerte cerebral ya se había producido hace días", decía el parte policial que fue leído ante los periodista el 27 de diciembre de aquel año.
Su fatídico final comenzó la noche del 22 de diciembre. En su casa de la localidad de Muñiz, los gritos de una pelea conyugal y un posterior disparo alertaron a los vecinos. La actriz se había separado desde hace algunos años de quien fue su marido, Raúl Ortega (conocido artísticamente en los años 60 como Freddy Tadeo de El club del clan y hermano de Palito Ortega). Pero tenían sus idas y vueltas y aún seguían en contacto.
Con dos de sus tres hijos durmiendo a pocos metros y Ana María, una amiga de la familia como testigo, en medio de la discusión, la mujer tomó un arma -una Smith and Wesson calibre .38 que, según afirmó Ortega, tenían en la casa por razones de seguridad-, y se efectuó un disparo en la cabeza, según la investigación.
Por la popularidad de la figura y el misterio alrededor de cómo se dio todo, las especulaciones no faltaron. Algunos hablaron de marcas de golpes y moretones en el cuerpo de Lemercier, sumado a una posición extraña de la mano para efectuar el disparo, para haberse tratado de un suicidio.
La única excepción al estigma de “Señorita Maestra” es Héctor Fernández Rubio, que interpretaba el papel de Efraín, el portero de la escuela que inmortalizó la frase “blancas palomitas”. Él aún continúa dedicándose a la actuación.
