La magia de los Patronelli, intacta

Marcos se impuso por tercera vez en cuatriciclos y su hermano Alejandro lo escoltó. Entre ambos suman cinco victorias.

La magia de los Patronelli, intacta

El paso del tiempo no les quitó protagonismo, todo lo contrario. Los hermanos Patronelli festejaron una vez más en el Rally Dakar con la victoria de Marcos y el segundo puesto de Alejandro para el quinto título familiar en cuatriciclos y el tercer 1-2 desde que la cita se disputa en Sudamérica.

Ausentes el año pasado, los hermanos volvieron a sus andanzas en esta octava edición por estas tierras. Marcos (35 años) y Alejandro (37) construyeron de menor a mayor otro triunfo histórico para dejar al país otra vez en lo más alto del podio. Como en 2010 y 2012, los Patronelli sellaron el 1-2 con casi dos horas de ventaja sobre el tercero.

Siempre juntos, Marcos y Alejandro fueron desandando las trece etapas de la carrera prácticamente juntos. Al principio pagaron la falta de ritmo, pero con el pasar de los días pudieron darle forma a otra actuación perfecta.

Este fue el tercer título para Marcos, el menor, que ahora tiene uno más que Alejandro. De esta manera, entre ambos suman 5 de las 8 ediciones sudamericanas del rally más exigente del mundo.

Ahora, con el apoyo familiar

A diferencia de otros años, esta vez los hermanos tuvieron el apoyo de sus más cercanos adentro de los campamentos. Papá Roberto, mamá Mónica, los hermanos Clarita, Nello y Gabriel, los despedían y esperaban jornada tras jornada en cada campamento. Apoyo y mimo familiar no les faltaron.

La reflexión del más grande

“Me preparé como nunca para este regreso, luego de no competir durante tres ediciones. Este segundo puesto es el fruto de tanto trabajo. Siempre es una alegría llegar a la meta con Marcos”, afirmó Alejandro mientras era saludado por integrantes del equipo.

Mitad de carrera sin rivales

La figura de los hermanos de Las Flores comenzó a crecer sobre el final de la primera semana, cuando la dureza de la carrera se deshizo del polaco Rafal Sonik (Yamaha), ganador de la edición 2015 que desertó por un problema mecánico, y el chileno Ignacio Casale (Yamaha), quien se fracturó en una caída en Uyuni (Bolivia).

Alejandro tomó la punta de la competencia desde la sexta etapa, aunque dos jornadas más tarde le dejó la posta a Marcos. Juntos hicieron una gran diferencia (casi dos horas con el sudafricano Brian Barawanath, que fue tercero), que les permitió llegar a la meta tranquilos.

El regreso fue con gloria. El disfrute íntimo y familiar de la aventura que otra vez los puso en lo más alto del deporte mundial. Marcos y Alejandro nunca se fueron, siempre estuvieron y otra vez lo ratificaron con un nuevo festejo en la llegada a Río Cuarto que se extendió en el podio de Rosario, donde cayó el telón del Rally Dakar.

Marcos Patronelli: "Yo no soy el primero, Alejandro también ganó en este Dakar"

“Es algo increíble y no esperado. Largamos un Dakar con Ale para venir a correr y llegar y se nos termina dando. A mitad de la carrera se nos empezó a dar y empezamos a cuidarlo y pensar cómo hacíamos para mantenerlo”, afirmó el menor del clan.

Más adelante, dijo: “Quería felicitar a todo el equipo, a los mecánicos, a toda la familia. Laburaron todos, empujando todo el tiempo para que lleguemos”.

El dueño de las ediciones 2010, 2013 y 2016 afirmó que “yo no soy el primero, Alejandro también ganó en este Dakar, y lo hizo de verdad.

Veníamos iguales y el viernes levantó la pata y me dejó pasar. Me dijo ‘dale vos adelante’. Hoy me esperó y podría haber ganado cualquiera”.

El bonaerense aclaró que “acá ganó el equipo. No hubo competencia. A veces, con dos hermanos es difícil decidir el 1-2. Ale cedió. Para mí, él también tiene el número 1”.

Por último, Marcos declaró que “había arrancado todo mal. Sentía como que se me había ido de las manos. Estaba totalmente desenchufado. Pero en Bolivia dije ‘vamos para adelante’, y se dio”.

Fieles a los cuatriciclos

En declaraciones a la revista Corsa, Marcos Patronelli descartó la posibilidad de hacer algún Dakar en la categoría autos, algo que se mencionó en algún momento.

“Robby Gordon siempre nos rompe las guindas para correr con uno de sus vehículos. Pero yo no me veo de acompañante y con mi hermano manejando. Ni tampoco ponerme yo detrás del volante con un acompañante al lado que no sea Ale”, tiró el ganador de la edición 2016.

“¿Para qué hacerlo? Para salir 50… ¡No! Tal vez cuando sea un viejo y no tenga fuerzas para llevar un cuatri me suba a un auto para correr un Dakar”, agregó Marcos.

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