El papa Francisco firmó ayer los decretos para la canonización de la “santa de los pobres”, Madre Teresa de Calcuta, del llamado “cura Brochero”, el argentino José Gabriel del Rosario Brochero, así como del mexicano José Sánchez del Río, un mártir cristero, quienes se convierten en modelos para la Iglesia.
El anuncio fue hecho por el Vaticano al término de un consistorio o asamblea de cardenales convocado para examinar varias causas de canonización.
La ceremonia de canonización de la Madre Teresa, la religiosa que dedicó toda su vida a la defensa de los desheredados en la India, se llevará a cabo el 4 de setiembre.
La ceremonia se celebrará en San Pedro, según precisó el Vaticano, y no en la India como se suponía.
La canonización, obtenida gracias a un segundo milagro registrado en Brasil -una curación inexplicable-, se celebrará justamente el año en que el Pontífice argentino lo dedica a la Misericordia con un jubileo extraordinario.
Dos latinoamericanos
Un mes después, el 16 de octubre, el papa Francisco presidirá en San Pedro la ceremonia de canonización de dos nuevos santos latinoamericanos, ejemplos y modelos de la diversidad de la iglesia Católica en ese continente.
“El Cura Gaucho”, como se conoce a Brochero, declarado beato en setiembre de 2013, se convertirá en octubre en el primer santo nacido y fallecido en Argentina.
Muy popular en su país, el sacerdote realizó una misión evangelizadora a lomo de mula en las sierras de Córdoba, en Traslasierra, donde nació en 1840 y murió en 1914, víctima de la lepra.
La causa para la beatificación del cura Brochero se inició en 1965 pero recién en 2012 una junta médica del Vaticano aprobó por unanimidad atribuir al sacerdote la cura milagrosa de un niño, Nicolás Flores Violino, ocurrida a fines de 2000.
Un segundo milagro atribuido a Brochero, la recuperación inexplicable de Camila Brusotti, una niña con lesiones que la habían dejado al borde de la muerte, le permite convertirse en modelo de vida para todos los católicos de todos los continentes.
“Este pastor con olor a oveja se hizo pobre entre los pobres”, escribió el papa Francisco al recordar su labor pastoral: “No se quedó en la sacristía a peinar ovejas”, subrayó.
En la misma ceremonia será canonizado el “niño cristero”, José Sánchez del Río, (1914-1928), cruelmente asesinado a los 14 años durante el sangriento conflicto mexicano conocido como la Guerra Cristera, que enfrentó de 1926 a 1929 a las tropas del régimen revolucionario con un movimiento católico campesino que se levantó en armas contra el anticlericalismo del nuevo Estado.
Casi un siglo después, el mártir mexicano, que nació en el pueblo michoacano de Sahuayo, beatificado en 2005 por el papa Benedicto XVI, se convierte oficialmente en santo, al lado de otros mexicanos, entre ellos el indio Juan Diego, canonizado en 2002 por Juan Pablo II en una ceremonia en ciudad de México.
Con esas canonizaciones, Francisco se convierte en uno de los Pontífices que más ha proclamado santos.
En tres años de papado, el Papa argentino ha celebrado 23 canonizaciones, entre ellas la de dos pontífices, Juan XXIII y Juan Pablo II en 2014.
En 27 años de pontificado, Juan Pablo II (1978-2005) proclamó 480 santos, un récord en la historia de la Iglesia.
Brochero, un modelo de santo.
José Gabriel Brochero, el cura Brochero, es un modelo de santo y religioso comprometido con los más pobres. El cura argentino, nacido en la provincia de Córdoba en 1840, realizó una difícil misión evangelizadora a lomo de mula por toda la región y murió ciego y de lepra en 1914.
El sacerdote católico, conocido también como “El Cura Gaucho”, fue proclamado beato en setiembre de 2013 en el curso de una multitudinaria celebración en la provincia de Córdoba. La causa para su canonización se inició en 1965 pero sólo en 2012 una junta médica del Vaticano aprobó por unanimidad la atribución al sacerdote de la cura milagrosa de un niño, por lo que fue beatificado.
Otro milagro, esta vez la curación inexplicable de una niña que volvió a andar tras un infarto cerebral, le permitirá alcanzar como santo la gloria de los altares, convirtiéndose en el primer santo que nació y vivió toda su vida en Argentina.
Madre Teresa, una vida para los pobres.
La Madre Teresa de Calcuta, es considerada un ejemplo de solidaridad y entrega, pero también de tenacidad y pragmatismo. Envuelta siempre en su sari de algodón blanco con un borde azul, la Madre Teresa fue durante la segunda mitad del siglo XX el símbolo de la defensa incansable de los pobres.
Galardonada con el Premio Nobel de la Paz en 1979, la Madre Teresa será declarada santa 19 años después de su muerte, ocurrida en 1997. La canonización, obtenida gracias a un segundo milagro registrado en Brasil -una curación inexplicable-, se celebrará justamente el año en que el pontífice argentino lo dedica a la Misericordia con un jubileo extraordinario.
La Iglesia Católica de India hubiera preferido que la ceremonia se celebrara en Calcuta, donde pasó buena parte de la vida, pero las autoridades eclesiásticas la programaron en San Pedro para honrarla desde el mayor templo de la cristiandad.