Las israelíes Pyrhia Sarusi (63) y Lily Pereg (54) llegaron a Mendoza el viernes 11 del primer mes del año y alquilaron un departamento en calle España de Ciudad. Quince días después, el sábado 26, los cuerpos de ambas mujeres fueron encontrados enterrados, tapados con piedras y tierra en un predio de la vivienda de Gilad Pereg en Guaymallén.
Y mientras que el ex militar israelí era detenido y casi de inmediato enviado a la cárcel, los forenses pudieron de terminar que Lily había fallecido como consecuencia de tres disparos efectuados con un revólver calibre 38, arma que después fue secuestrada. Sin embargo, poco se supo sobre cómo había muerto Pyrhia. Sólo trascendió en ese momento que había recibido golpes en distintas partes de su cuerpo.
Hasta que ayer los profesionales del Cuerpo Médico Forense pusieron sobre el escritorio de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos el informe final. Después de estudios más específicos, entre los que se menciona un análisis anatomopatológico, se determinó que la mujer había muerto por estrangulamiento con lazo.
Mientras que el pasado jueves, los cadáveres de las hermanas fueron repatriados desde Mendoza hacia Israel, según lo anunciado por el Ministerio de Relaciones Exteriores en Jerusalén.
Presente y futuro
Este informe no cambiará la imputación contra el hombre detenido, que ha sido calificada como homicidio agravado por el vínculo (por su madre) y homicidio agravado por el uso de arma de fuego (por la tía), hechos por los cuales el Código Penal prevé sólo la condena a prisión perpetua.
Y mientras Gilad Pereg, después del reclamo desde el penal para que le lleven a la celda dos gatos (de los muchos encontrados en su casa), pedido que ha sido rechazado de plano por las autoridades, solo tendrá una salida para una próxima audiencia donde se le confirmaría la prisión preventiva.
Esa situación se extenderá hasta el juicio que, como algunos otros en carpeta, podría ser con la nueva modalidad de un jurado popular.