Al término de la audiencia donde hubo avales e impugnaciones a la propuesta del gobernador Cornejo de designar como juez del Tribunal Penal Colegiado de la Primera Circunscripción Judicial al abogado Mauricio Juan, se concretó un tenso cruce entre la mamá de Julieta González (21), la joven asesinada por Andrés Di Césare (26), y el protagonista de la jornada.
Lo que ocurre es que el juez Juan integró el tribunal que firmó el polémico fallo que condenó a 18 años de prisión a Di Césare, pero en el que no se incluyó el agravante de violencia de género, por lo que el crimen no fue considerado femicidio. La mujer, visiblemente dolida, se acercó al letrado y le recriminó por los fundamentos de su decisión que posibilitó que el condenado evadiera la prisión perpetua.
Las impugnaciones para su designación llegaron desde grupos feministas, quienes fundamentaron su rechazo apoyadas en ese fallo y de las senadoras justicialistas Fernanda Lacoste, Patricia Fadel y Ana Sevilla.
Juan se defendió argumentando los motivos estrictamente jurídicos por los que adhirió al fallo del juez Jorge Coussirat (presidente del tribunal) junto a su colega María Alejandro Ratto, en el que no quedó probada la relación de pareja ni el contexto de violencia de género entre víctima y victimario, agravantes que le imputó la fiscal Claudia Ríos al acusado.
Según Juan, en el fallo no se descartó la relación entre la víctima y Di Césare, pero aseguró que "no coincidía con lo que debe entenderse por una relación de pareja". "No es antojadizo de nuestra parte", agregó.
Además, el abogado sostuvo que la querella no pudo comprobar la existencia de los agravantes que plantea la ley, como acoso, hostigamiento, malos tratos, violencia previa, entre otros.
Juan aseguró que actuó conforme a derecho y no hizo "un fallo tribunero". "Teniendo el colectivo Ni Una Menos me hubiera sido más fácil votar en disidencia, pero decidí con la ley en la mano".
Para la Justicia no se configuró la relación de pareja debido a los encuentros esporádicos y casuales entre Julieta y Andrés. "De acuerdo a la normativa legal existente, así como también en la búsqueda de una mayor flexibilidad dentro de una interpretación sistemática de la norma, para que se configure la relación de pareja debe existir cierta singularidad, notoriedad y estabilidad entre los miembros de la misma”. Agregan que ambos tenían sus respectivos noviazgos formales.
El caso y las pruebas
Julieta desapareció el 21 de septiembre de 2016. Su cuerpo fue encontrado maniatado en Cacheuta, cerca del penal Almafuerte. Fuertes golpes fueron la causa del deceso.
Poco tardó la Policía en detener a Di Césare como sospechoso, ya que era conocida la relación entre ellos y, de a poco, las pruebas lo fueron implicando: los forenses encontraron su ADN en las uñas de la víctima -signos de defensa-; en su celular había búsquedas en Internet de cómo deshacerse de un cuerpo y consultando si un feto perduraba para un cotejo genético. Esto porque la joven le habría dicho que estaba embarazada de él. Además, sangre de la chica se encontró en el auto del detenido.