Mario Marchetti no la pasó nada bien en su visita a San Martín. Y no porque su equipo empatara con el local, ni mucho menos por el choque sufrido con el también volante Matías Orozco. Todo lo contrario. Ese golpe provocó que tuviera que ser trasladado de urgencia al Hospital Perrupato ya que sangraba demasiado por sus fosas nasales.
El infortunio le costó una doble fractura de su tabique según se le diagnosticó en el nosocomio sanmartiniano. Pero lo peor no había pasado. Cuando regresó al estadio Libertador General San Martín para retirar sus pertenencias, el jugador de Atlético Argentino vivió un episodio lamentable al ser brutalmente agredido por simpatizantes del León.
“Fuimos con mi viejo y un dirigente de Argentino hasta el hospital en la camioneta de mi padre, porque la ambulancia no había llegado y eso que el hospital queda a unas cuadras, y ellos se bajaron a buscar mi ropa. En ese momento había tres tipos que me reconocieron y se me vinieron encima. Me abrieron la puerta y me pegaron una piña, pero lo peor de todo es que también le pegaron a mi mamá que había quedado conmigo”, contó Quico, notoriamente afectado.
Gran parte de su enojo viene porque la policía no hizo nada y confesó que piensa en dejar el fútbol por la violencia: “El enojo viene porque la policía estaba a 100 metros y no hicieron nada. Menos mal que no fue mi mujer con mi nena. Estas cosas hacen que tenga ganas de dejar el fútbol”, cerró.