Con 20 años, cuando parecía tener por delante una gran carrera en el motocross, el francés Axel Alletru quedó parapléjico por una caída en una competición. Perdió la capacidad para usar sus piernas, pero no su deseo de participar en el rally Dakar.
Algo más de nueve años después de su accidente, acaba de tomar la salida en la célebre prueba, que se está disputando por primera vez en Arabia Saudita (5-17 enero). Lo hace en la categoría SSV, con un presupuesto de unos 300.000 euros.
"Terminar sería ya algo bonito. No vamos a salir a un ritmo infernal, vamos a ir etapa a etapa", declaró a la AFP.
"Pero si se presenta una oportunidad, no me voy a impedir ir a buscar un podio", añade.
El objetivo puede resultar ambicioso para una primera participación y todavía más cuando se está en silla de ruedas y se tienen placas de metal en la espalda.
Cuando era más joven, Axel Alletru era considerado una gran promesa del motocross, tras acumular títulos en categoría júnior. Su camino parecía trazado hacia la gloria en ese deporte.
"Todo transcurría bien y desgraciadamente tuve un accidente, el 26 de junio de 2010", recuerda. "Perdí el uso de mis piernas en el Mundial de motocross de Letonia. Tenía 20 años", apunta.
Su columna vertebral se rompió y perdió el 80% de los músculos de sus piernas. El diagnóstico de los médicos fue pesimista: "Me dijeron que probablemente nunca volvería a caminar de nuevo", cuenta.
Una sentencia difícil de aceptar para un deportista de alto nivel.
"Era un piloto profesional, había pensado tener una larga carrera en el motocross y entonces, de un día al otro, me encontré privado de mis piernas, en una cama de hospital, con médicos que me decían que todo se había terminado", explica.
Pero antes de renunciar a sus sueños, Axel Alletru decidió reinventarse y fijar nuevos desafíos. Ante la imposibilidad de competir en las categorías principales, se fijó como reto participar en los Juegos Paralímpicos de Rio.
Pero antes de afrontar esa cita en Brasil su prioridad era poder tenerse en pie.
"Decidí luchar para recuperar una autonomía en los músculos", explica.
Después de dos años de reeducación, alcanzó ese objetivo.
"Esa fue realmente una de las victorias más bonitas, más que las deportivas, el hecho de poder ponerme de pie cuando era algo inesperado", relata.
Su siguiente paso fue la natación paralímpica, donde estableció varios récords de Francia. En 2016, como se esperaba, consiguió clasificarse para los Paralímpicos de Rio de Janeiro.
"Sin rencor" hacia el deporte que le privó del uso de sus piernas y que cambió su destino, decidió luego volver a dar una oportunidad a su primer amor: los deportes de motor.
"Es realmente lo que me gusta, esa sensación de estar con un volante, de que saltas en una curva, la adrenalina", explica. "Son cosas difíciles de encontrar en otro deporte", sentencia.
Al volante de su SSV adaptado, con un pedal y un asiento especial, Axel Alletru competirá con su copiloto François Beguin, que cuenta con 17 participaciones en el Dakar.
Más allá de los objetivos deportivos, desea trasladar un mensaje con su aventura en tierras sauditas: "No soy un superhéroe, únicamente soy alguien que ha tenido dificultades. Mi gran capacidad es haber sabido entenderlas. Pero voy a demostrar que todos somos capaces de hacerlo".