Hay una profunda preocupación en muchos actores del mercado de biocombustibles por las declaraciones realizadas por el presidente Mauricio Macri durante su reciente paso por Tucumán, donde prometió prorrogar la actual ley de Biocombustibles hasta 2023. Según el presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), Luis Zubizarreta, esa ley, con vigencia desde 2007 hasta 2021, "tuvo su rol al principio porque de alguna manera es la que disparó el proceso de los biocombustibles en la Argentina", pero contrariamente a lo que sucede en todo el mundo -donde hay un corte obligatorio y un mercado libre-, aquí definió una serie de actores que son los que pueden proveer a ese mercado.
"Se armó un sistema de cuotas y fórmulas en base a los costos, una cosa muy compleja. La Argentina tiene fábricas que producen biocombustibles de forma muy eficiente pero el mercado doméstico se provee exclusivamente de las pymes, que tienen costos más altos y se traducen en precios más altos", detalló Zubizarreta en diálogo con Clarín Rural, y agregó: "Va a prorrogar una ley que es mala, que trajo un montón de conflictos. Hay que ir hacia una ley superadora de la actual".
El malestar al interior del sector se debe a que desde hace un par de años que muchos actores vienen trabajando en un nuevo proyecto de Ley, desde la Liga Bioenergética de Provincias. Este espacio es una iniciativa público privada y está formado por los gobiernos de las provincias de Santa Fe, Salta, Córdoba, Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero, Entre Ríos y Buenos Aires, y desde el sector privado la integran la Cámara Argentina de Empresas Regionales Elaboradoras de Biocombustible (Cepreb), la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio), la Cámara Argentina de Industria Sucro Alcoholera, la Cámara de Bioetanol de Maíz y de la Cámara de Industrializadores de Granos, Productores de Biocombustibles de Origen (Cigbo) y la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno.
"Llevamos un par de años discutiendo, no fue fácil porque los grandes queríamos un mercado libre, los chicos un mercado regulado… finalmente llegamos a un acuerdo en el que hay una parte libre en la que podrían participar todos y una más regulada. La propuesta de Ley para llevar al Congreso ya está casi lista", afirmó el directivo de Carbio.
Básicamente, lo que se busca establecer en la propuesta de la Liga es que las empresas grandes puedan participar en cierta medida en el mercado local, y que aumenten paulatinamente los cortes de nafta y gasoil con biocombustibles, algo que en el contexto actual cobra mayor relevancia.
Recientemente, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) alertó que las exportaciones argentinas de biodiésel caerían un 25 por ciento este año y serían 1.200 millones de litros, el volumen más bajo de los últimos tres años. Además, con una capacidad ociosa del 50 por ciento se espera que la producción argentina de biodiesel caiga un 9,4 por ciento en 2019 respecto del año anterior.
Mientras tanto, la demanda interna anual de biodiesel en Argentina sería de 1.300 millones de litros, un 4 por ciento superior a lo consumido en 2018 y muy cerca del récord histórico alcanzado en 2017 de 1.335 millones de litros. "Si bien el consumo interno ganó volumen gracias a la mayor demanda en algunas provincias que incentivan la mezcla de biodiesel en gasoil para medios de transporte superior al 10 por ciento, lo cierto es que el patrón de consumo varía muy poco desde que se lograra el efectivo cumplimiento del corte obligatorio B10 en 2017", señaló un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El proyecto de la Liga apunta a que el corte con biodiésel llegue al 15 por ciento en algunos años y el corte con etanol al 27 por ciento, dando lugar con ese aumento al ingreso de mayor competencia en el mercado.