La ley Justina, que lleva el nombre de una niña que no recibió a tiempo su trasplante, promovió conciencia en las familias de personas con muerte cerebral para que donen sus órganos. Hugo Vitale, coordinador de Trasplantes en el hospital Central indicó que Mendoza está por encima de la media nacional, respecto de la cantidad de donantes que tiene por millón de habitantes.
Hugo Vital sostuvo en Radio Mitre Mendoza que si bien la norma impulsó la disminución de negativas de familias, aclaró que "en Mendoza la tasa de donantes viene aumentando incluso antes de la ley Justina". En la provincia tenemos 21 donantes cada un millón de habitantes, mientras que a nivel nacional la relación es de 14 a 1.
"Cuando uno le explica a la familia sobre la muerte y la necesidad de seguir dando vida no hay dudas", aseguró su experiencia en los 15 años en que se dedica a los trasplantes.
Por otro lado, se refirió al mercado ilegal de órganos, aseguró que en Argentina no se conoce "ni un solo caso de comercio registrado en jurisprudencia".
"Los mitos surgen por el desconocimiento del tema", aseguró Vital. Además, manifestó que la mejor campaña sobre concientización de la importancia de donar órganos la hacen los medios cuando logran que se instale el debate en las charlas de café, sobremesa, en familiar y con amigos.
Es por eso, que Vital hizo una aclaración respecto de los donantes. En este sentido, explicitó que si bien "la muerte es una sola" se puede diagnosticar de varias maneras. Para Vital hay dos tipos de donantes: a corazón parado o por muere bajo criterios neurológicos. El primero no puede ser donante, ya que el corazón cuando se detiene dejar de enviar glóbulos rojos a los tejidos. Sobre el segundo caso, dijo que "un 10% de los pacientes que fallecen lo hacen por una causa cerebral y sí pueden ser donante de órganos", ya que su corazón sigue funcionando.
Sobre las listas de espera, dijo que el órgano más solicitado es el riñón y en segundo lugar el hígado. "En Mendoza tenemos 486 personas en lista de espera, casi 300 de ellos esperan un riñón", advirtió.
Por último, señaló que el proceso de donación y trasplante supone la colaboración de más de 200 personas. Médicos del área crítica donde falleció el donante, cirujanos, enfermeros, instrumentistas, circulantes, laboratorios, personal policial y aeroportuario que conforman una red para que el órgano llegue en buenas condiciones y pueda llevar a cabo la cirugía.