La ley de boliches casi no se cumple

Los continuos incidentes viales a la salida de los locales nocturnos reavivaron el debate sobre el excesivo consumo de alcohol y la falta de controles. Algunos piden cambiar la ley, aunque dueños de locales y los propios jóvenes reconocen que la actual no

La ley de boliches casi no se cumple

Todavía no está confirmada y ni siquiera es segura su aplicación. De hecho, sus impulsores aguardan que en la Legislatura finalice el receso invernal para hacer llegar el proyecto al recinto y ver qué rumbo toma. Pero la iniciativa que busca prohibir la venta de alcohol en boliches y bares después de las 2 (incluso para beber en el lugar, algo que no tiene restricción hasta el momento) ya está dando que hablar.

Al rechazo de las cámaras comerciales a esta idea se suma también el de los propietarios de locales nocturnos y de los mismos jóvenes, que consideran -todos en en coincidencia- no sólo que sería de muy difícil aplicación sino que únicamente patearía el problema hacia otro lado.

De hecho, consideraron que hacer cumplir plenamente la “ley de boliches” (sancionada en 2011 y que se cumple muy poco) sería más útil y productivo que pensar en sus posibles modificaciones, al tiempo que recomendaron trabajar sobre las llamadas “previas”.

“Va a seguir fomentando las previas. Poner ese horario va a llevar a que la gente siga haciendo lo que hace: ir el viernes o sábado a la tarde a comprar alcohol al supermercado, para después juntarse en una casa y hacer la previa allí. El problema sigue estando allí, no en lo que se consume en bares o boliches”, sostuvo Martín Jiménez (21), un joven capitalino habitué de bares y boliches.

“Se va a volver todo más clandestino de lo que ya está. Ya hay una ley que fija los horarios de cierre de taquilla y venta de alcohol en los boliches, pero el tema sigue siendo la previa. De hecho, los chicos consumen poco alcohol en el boliche. Llegan al lugar ya en el límite, para no gastar más adentro. Los controles debería empezar desde la casa. En un boliche los chicos necesitarían gastar 600 ó 700 pesos para alcoholizarse -si quieren hacerlo-, pero no tienen esa plata. Entonces ya llegan al límite”, graficó parte del problema Enrique Mut, propietario del boliche Ciudad Este.

“La Ley de Diversión Nocturna fija a las 4.30 como hora tope para vender alcohol en los boliches, pero -si quieren- pueden hacerlo antes. Por eso es que queremos correr ese horario hasta las 2. En ese caso, el boliche puede abrir a las 23 o más temprano. Si cortamos la venta de alcohol antes, se van a ver en la necesidad de hacer hacer andar el negocio antes también”, indicó el abogado Mario Vadillo, de la ONG Protectora (que impulsa estas modificaciones).

Cambio de hábitos

La Ley de Diversión Nocturna (8.296) entró en vigencia a mediados de 2011 y, entre otras cosas, fijó determinados horarios para el funcionamiento de los boliches, bares y pubs. Entre los más importantes obliga a que a las 2.30 se cierre la taquilla de los locales -impidiendo que ingrese más gente después de esa hora-; que a las 4.30 se suspenda la venta de alcohol; y que a las 6.30 cierren sus puertas todos los boliches.

A más de cuatro años de la aprobación de esa normativa, no sólo que la problemática y presencia del alcohol en los accidentes de tránsito sigue siendo moneda corriente los fines de semana por la madrugada, sino que algunos horarios ya ni se respetan.

“Los boliches no dejan de vender alcohol a las 4.30, siguen como si nada. Los inspectores tienen arreglos con los dueños, una misma lo ve cuando está en el lugar”, indicó Irene (24), habitué de distintos locales de la noche mendocina. Asimismo, la joven considera que de nada serviría el “toque de queda” comercial para que se deje de vender alcohol a las 2. “La previa va a seguir, la gente va a comprarlo antes o de forma clandestina después de horario”, consideró.

“En concreto, tenemos tres modificaciones que queremos plantear. Lo primero tiene que ver con solucionar la previa, ya que todos sabemos que el alcohol se sigue vendiendo después de las 23 y en deliverys ilegales. La idea es que a aquellos comercios que se los detecte vendiendo alcohol en horario no permitido, se les quite la licencia. La segunda pata es la que se refiere al tema del horario, y busca correr el límite para vender alcohol a las 2. La previa es cuando hay más ingesta, mientras que en el boliche casi ni toman. Entonces, si se corta a las 2 la venta, los boliches van a tener que abrir antes (se van a ver obligados) y los chicos van a ir directamente a los boliches, suspendiendo la previa. Es el mismo boliche el que va a cambiar el hábito social, a eso apuntamos”, destacó Vadillo, quien resaltó que a esto se llega por la falta de control y de concientización.

Asimismo, el vocero de Protectora indicó que otro cambio que proponen es que haya una sanción fija para quienes manejan con exceso de alcohol en sangre. “Actualmente, la sanción (que estipula la ley de boliches) queda atada a la Ley de Tránsito y sujeta a lo que determine un juez. Pero pedimos que se fije una pena de 30 días de prisión para quien maneje con más alcohol del permitido, similar a lo que se está haciendo en La Rioja. Se necesita una sanción intimidatoria”, destacó el abogado.

La ley vigente

Los jóvenes y comerciantes consultados insistieron en que, antes de pensar en posibles cambios, sería fundamental que se cumpliera la ley vigente. “No me parece bien que se hagan estos cambios de dejar de vender alcohol a las 2, porque lo que fallan son los controles de diversión nocturna. Los boliches siguen vendiendo alcohol después de las 4.30, fallan los controles. Todo el mundo sigue escapando de los controles policiales, que están siempre en los mismos lugares”, indicó Joaquín (22), otro mendocino que sale a bailar seguido. “Echarle la culpa a la previa no arregla nada. De hecho, la gente hace previa a la 1 y, sin embargo, los accidentes son a las 7. O sea, pasan seis horas desde las previas. El problema es que en los boliches, aunque estés ebrio, te siguen vendiendo”, agregó.

“La solución habría que encontrarla de otra manera, porque se ha instalado la idea de que hay que reventarse para pasarla bien. Suspendiendo la venta de alcohol a las 2 se va a trasladar el problema, se va a mudar todo a las fiestas clandestinas. Hace un tiempo tuve problemas en mi salón con chicos que no pudieron entrar a un evento, y eran todos menores. Identifiqué a 14 de ellos y, cuando fui a poner la denuncia, el padre de uno de ellos encima se enojó”, indicó Mut, de Ciudad Este.

“Cuando leí lo de dejar de vender alcohol a las 2, pensé que era una locura. Cada vez ponés más límites a los comerciantes y no a la gente, que sigue juntándose en las casas sin control. Una posibilidad para mejorar algo sería la de tolerancia cero para que no se permita nada de alcohol en sangre a quien maneje. Además, hay que mejorar la forma en que se hacen los controles actualmente. Los accidentes fatales son siempre en los mismos lugares, a la misma hora porque todos sabemos dónde están los controles y los chicos los esquivan.

Poner más controles y que sean aleatorios sería otra posibilidad. Apenas salió la Ley de Diversión Nocturna, se la respetó a rajatablas en todos lados. Pero ahora ni se cumple en muchos lugares, porque bajó la efervescencia y bajaron los controles”, indicó a su turno Gonzalo Rodríguez, del pub irlandés Believe.

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