La ley Cupo Femenino en Festivales, el proyecto de la precandidata a gobernadora Anabel Fernández Sagasti consiguió media sanción en el Senado y ahora pasó a Diputados. La norma busca impulsar el acceso de artistas mujeres a eventos musicales.
Según consta en el texto, la iniciativa propone que "los eventos de música en vivo así como cualquier actividad organizada de forma pública o privada que implique lucro comercial o no y que para su desarrollo convoquen un mínimo de tres artistas o agrupaciones musicales en una o más jornadas, ciclos o programaciones anuales, deben contar en su grilla con la presencia de artistas femeninas".
Esto implica que si un evento tiene programada la participación de tres artistas, uno de los cupos deberá ser obligatoriamente para una mujer. Además, se establece que a partir de los diez artistas programados, se entiende que el cupo femenino se cumple cuando este represente el 30% del total de artistas solistas y/o agrupaciones musicales de la grilla.
Por otra parte, se establece que las artistas deben estar registradas en el Registro único de Músicos Nacionales y Agrupaciones Nacionales Musicales.
Hay que tener en cuenta que según datos revelados en el Registro Nacional Único de Músicos del Instituto Nacional de la Música -al 22 de junio de 2018 había 37.346 artistas registrados- el promedio indica un 80% de músicos hombres y tan solo un 20% de mujeres, manteniéndose la misma diferencia de porcentajes en los aspirantes a subsidios de dicho organismo. De estas cifras se infiere que la proyección profesional de las mujeres en la música es notablemente más limitada.
En su momento Fernández Sagasti explicó: "Fue a partir de la organización de las mujeres músicas que se elabora el proyecto que presentamos, y este hecho no es un acto de menor importancia. No sólo porque es un proyecto de ley que tiene como característica principal la legítima demanda y la representatividad que todos los que tratamos en este recinto deberían tener, sino que además es reflejo de la historia de vida y lucha de muchas mujeres que en distintas épocas y puntos del país, vivieron y sintieron lo mismo".
"Hay que tener en cuenta que la música forma parte de la cultura general. Y es una de las herramientas más idóneas para compartir perspectivas y visiones sobre el mundo, que es construida por hombres y mujeres. La mirada de éstas sufre el sesgo masculino al momento de su difusión y visibilidad ya que principalmente quienes producen, organizan o curan eventos, son hombres", agregó.
Es histórico el reclamo por parte de las mujeres músicas, tanto intérpretes como autoras y compositoras, sobre las dificultades para encontrar espacios donde exponer su visión del mundo a través del arte. Si para los músicos en general cada vez se achican más y más los espacios para tocar, en el caso de las mujeres esta estrechez alcanza la imposibilidad de dedicarse a la música como medio de expresión y como fuente de trabajo e ingresos económicos. El de hoy es un paso para generar esos espacios para nuestras artistas.