La Lepra sigue dormida

Independiente Rivadavia no puede salir de la mala racha y continúa hundiéndose en la tabla de los promedios. Anoche, como local, el conjunto de Pablo De Muner cayó derrotado 1-0 frente a Deportivo Morón, con gol de Nicolás Ramírez.

El empate sin goles al finalizar los primeros 45 minutos, fue sin dudas, inmerecido para el equipo de Pablo De Muner.  Es que después de los primeros 10 minutos con trámite parejo, el Azul se adueñó de la pelota y por ende del protagonismo.

Había causado sorpresa, y mucha, que el adiestrador en la previa del partido dejara en el banco de suplentes a Gizzi y Méndez, los goleadores del equipo, y que el “Torito” Lucero y Céliz fueran los atacantes.

Y el sistema funcionó, pero solo faltó lo más importante, el gol. Gastón González fue el cerebro moviéndose por el sector derecho, que fue por donde más llegó la Lepra.

Lo tuvo en el inicio Milton Céliz, pero su remate, a colocar, se fue lejos. De a poco Morón con el “Rengo” Díaz en la conducción fue desapareciendo. La más clara fue para González, que remató cara a cara con Álvarez  y el duelo quedó para el portero de la visita.

Cuando faltaba un cuarto de hora, Negri se encontró con un rebote y quedó mano a mano con el arquero visitante, pero el remate, cruzado, se fue ancho. De a poco la Lepra fue bajando los decibeles para irse al descanso con gusto a poco.

Con la misma tónica que había terminado la primera parte arrancó la segunda. Y el “modus operandi” fue el mismo: atacar por el sector derecho, donde la visita se mostraba más vulnerable a la hora de defender.

Y fue el propio González el que desbordó en varias ocasiones pero no pudo en el tramo final del ataque el equipo de De Muner. La más clara la tuvo el “Torito” Lucero tras un pase de Negri al corazón del área, pero el delantero leproso remató con dificultad y Álvarez no tuvo problemas para quedarse con la pelota.

Morón no daba señales de vida. Los delanteros eran espectadores de lujo y por eso Walter Orta decidió mover el banco, y vaya si le salió bien. Es que el reemplazante de Cristian Díaz  se transformó, un minuto después de su ingreso en el héroe visitante.

Es que Nicolás Ramírez aprovechó una desinteligencia en el fondo leproso y marcó el único gol del partido tras una gran definición. A partir de allí la Lepra fue un atado de nervios y De Muner intentó con algunas modificaciones que no pudieron darle la igualdad al Azul, que cada vez se complica más.