Agigantando el sueño. Pisando muy fuerte en el Bautista Gargantini, como debe ser para salir de una vez del temido descenso.
El Azul va con todo, con enorme confianza y convicción buscando el gran objetivo de mantenerse en la categoría.
Esta vez la víctima fue Estudiantes (SL), sin sobrarle nada, pero sabiendo que debía cosechar una victoria tan necesitada como el aire mismo.
El estado del campo de juego fue llevando a que el partido se jugara con gran vértigo. Lo que no había era precisión, entonces era malo.
La tensión que generaba la alta intensidad con la que se estaba jugando lo hacía un poco menos aburrido. En cualquier momento el agua iba a traicionar a un defensor o al arquero y podía pasar algo.
Eso hacía que se mantuviera el interés. Ninguno de los dos podía hilvanar juego al ras del piso y las situaciones de riesgo brillaban por su ausencia. Un cabezazo que no pudo ser de Cardozo y un contragolpe que también le quedó al ex Atlanta, quien perdió el duelo ante el arquero de la visita.
Se corría y se metía mucho pero poco se acertaba a la hora de pasar la pelota a un compañero.
El segundo tiempo arrancó para que todo siguiera igual. El local quería pero no podía y a la visita no le interesaba cambiar el trámite de la etapa inicial. Independiente buscaba de la misma manera y con la misma intensidad y Estudiantes ya lo había medido. Algo debía pasar.
Lo que fuera, algo.
El gol llegó de la manera menos pensada. Cambio en la Lepra, entra Irañeta y sale Viscarra. Nadie de la visita se hace cargo de la marca del recién ingresado, Tarragona se da cuenta y mete una gran pelota para Irañeta, quien entró haciéndose el distraído al área y definió cruzado ante el achique de Adasme.
El fútbol es para pícaros y la Lepra aprovechó la siesta del Verde y se quedó con tres puntos por estar despierto, con las antenas encendidas. Concentrado y teniendo entre ojo y ojo el arco visitante. Y es que no podía fallar.
De esta manera se le van a escapar muy pocas unidades. Cocodrilo que se duerme…
Un campo con mucha agua
La intensa lluvia que cayó en las últimas horas en la provincia, hizo que el campo de juego del Bautista Gargantini luciera con mucha agua, especialmente sobre los costados.
Le costó correr a la pelota y las líneas terminaron tapadas en el final del encuentro. Las áreas estuvieron sin problemas.
A la Lepra le devolvieron la pelota
En apenas cinco minutos de partido, Leone Felice quedó tendido en el piso y Cristian Aracena tiró el balón afuera para que fuera atendido el delantero.
¿Y si no la devolvían? Era la pregunta de todos en el Gargantini. Chironi despejó todas las dudas. Fue al lateral y con sus manos la mandó directamente sobre línea de fondo. Correspondía el Fair Play, sin dudas.
Otra final por el descenso. El elenco de Astudillo tendrá una final para salir del descenso, ya que el miércoles 14, a las 18, visitará en Pergamino a Douglas Haig, un equipo que está comprometido.
La voz de Cardozo. "Necesitábamos ganar y lo hicimos. Costó pero es importante para lo que viene".
Irañeta goleador. "Tuve la chance de marcar y eso me pone feliz. Queremos salir del descenso".
Aracena confiado. "Creo que ganamos bien, con mucha actitud. Si seguimos así, no tengo dudas de que vamos a cumplir el objetivo de escapar de la zona baja".
