Gaspar Servio
En Córdoba tuvo su actuación consagratoria. Llegó como uno de los nombres rutilantes del mercado de pases y desde su arribo se hizo dueño del arco. En los dos primeros partidos se acomodó al equipo y ante Sportivo Belgrano demostró su categoría con varias atajadas “in extremis”. Por un golpe está en duda para enfrentar a Unión de Mar de Plata.
Ezequiel Micheli
El defensor llegó para cubrir un hueco importante en la defensa leprosa ante las salidas de García y Caballero. Todavía no puede hacerse patrón en el fondo, uno de los puntos flacos del equipo de Daniel Garnero en los tres partidos que disputó. En cuanto a lo positivo, convirtió ante Estudiantes de San Luis y es una alternativa importante en el juego aéreo.
Franco Dolci
El cerebro del equipo. La llegada de Dolci fue pedida por el cuerpo técnico y buscado hasta el hartazgo por los dirigentes.
El ex jugador de Sportivo Belgrano se transformó en el jugador más cerebral que tiene Independiente.
Ante Estudiantes de San Luis se transformó en organizador de juego y asistidor, mientras que ante su ex club se puso el overol y corrió y metió a la par de sus compañeros.
Agustín Sanfilippo
Llegó como alternativa y con el correr de la pretemporada se fue metiendo en la consideración de Daniel Garnero. En la semana previa al inicio de la temporada se ganó el puesto entre los titulares y no lo abandonó.
No sintió el salto de categoría y fue uno de los jugadores más regulares de Independiente.
Le falta soltarse un poco más para llegar al área contraria y poder convertir.
Juan Pablo Pereyra
El delantero llegó a Mendoza portando varias credenciales de experiencia, pero con el correr de los partidos le ha costado insertarse en el juego del equipo.
Acostumbrado a salir bastante del área, sus compañeros todavía no sintonizan la misma emisora que Pereyra.
En lo positivo, su potencia y despliegues es importante para el equipo.