La Lepra quiere cerrar bien el año

Hoy será elegido presidente Dardo Agost, quien le abre una esperanza a los hinchas de Independiente Rivadavia, que esperan poder archivar el sinfín de frustraciones de los últimos años.

La Lepra quiere cerrar bien el año
La Lepra quiere cerrar bien el año

Independiente Rivadavia va hoy a las urnas, más allá de que hay una sola lista y sus hinchas sueñan con que este cambio les permita el reencontrar el rumbo que el club ha perdido desde hace un tiempo.

La llegada de Dardo Agost, un hombre que viene de las inferiores, abre esperanzas por sus promesas. Esperemos que no todo quede en anuncios electorales, como suele ocurrir con los políticos.

Por lo pronto, esta nueva dirigencia tendrá que afrontar la elevada deuda que dejan años de una administración con muchas ganas, pero pocos recursos. Lo más llamativo es que el presidente saliente, Domingo Marzari, seguirá en la Comisión.

“Necesitamos la experiencia que ellos tienen en AFA y por eso se tienen que quedar”, aseguró el virtual presidente, quien de todas maneras no ahorró críticas para sus antecesores. “Hicieron una pésima gestión, en especial en la parte deportiva, y deben asumirlo”, dijo.

Y la verdad es que haber desaprovechado la oportunidad histórica de conseguir uno de los diez ascensos que había a Primera División será una mochila que deberá cargar esta conducción.

Pero lo más preocupante es que la Lepra lleva varias temporadas penando en la B Nacional, al extremo que en varias oportunidades tuvo que luchar por no descender.

Alguna vez, Godoy Cruz pasó por la misma situación y Gimnasia, que hoy vive una luna de miel, también sabe lo que es padecer desaciertos dirigenciales.

En estos dos casos, encontrar una dirigencia que se decidió por hacer una administración prolija, más empresarial que deportiva (con toda la informalidad que ella conlleva), fue vital para cambiar el destino.

“Independiente tiene que volver a los primeros planos, pero no con plata, sino con laburo”, asegura Agost, y allí está la clave. Cuando uno piensa más en lo deportivo que en lo institucional, va siempre indefectiblemente al fracaso. Cuando se malgastan los recursos (traer a Ortega y a Fabbiani fueron dos pésimas decisiones)  de nada sirve tenerlos.

Y la Lepra en la última década descuidó un activo fundamental como es la Ciudad Deportiva, un emprendimiento que fue envidiado por todos en la provincia y que hasta el propio Boca Juniors no consiguió concretar.

Según ha anunciado la dirigencia, se hará un convenio con el Automóvil Club Argentino para que los asociados del ACA puedan usar las instalaciones y se promete una inversión de 14.000.000 de pesos.

Igual, este tema es uno de los más espinosos. La oposición quiere conocer bien cómo es el arreglo y hay quienes aseguran que no se puede hacer, porque los hombres que compraron los bonos para que el proyecto se concretara, hace medio siglo, tienen el derecho de bloquear cualquier “tercerización”.

Pero lo que más llama la atención es que nunca se hizo un trabajo serio para actualizar un Estatuto elitista que le permite votar a sólo un grupo reducido de socios (hoy son 250) y le cierra las puertas al resto. Es increíble que Independiente, uno de los clubes con más convocatoria de la provincia, esté en esa situación.

Otro tema preocupante es la poca participación de jugadores de las inferiores en el plantel profesional. Justo en Independiente, un club acostumbrado a disfrutar de su cantera. Nombres como Filizzola, Mémoli, Vergara, Garín, lo certifican.

Agost asegura que lo primero que hará será mirar para abajo, pero también es consciente de que primero hay que hacer una base sólida. “Mucho no hay”, dice, a la vez que adelantó que los refuerzos serán del medio local.

Para muchos esto es un paso atrás; yo creo que es una política saludable. También es importante apostar a los cuerpos técnicos locales. Hoy, Godoy Cruz con Oldrá y Gimnasia con Toti Arias se han dado cuenta de que lo mendocino es tan bueno como lo de afuera, aunque la marquesina siempre nos obnubila.

La verdad es que desde mañana la nueva dirigencia tendrá mucho por hacer y poco tiempo para poner un equipo en la cancha que le dé alegrías a una hinchada fiel como pocas y que se viene bancando años de frustraciones. Ojalá que junto con el 2014 se vayan todas las malas ondas y el panorama Azul comience a aclararse. Su historia merece otra cosa.

Maxi Salgado - Editor de Más Deportes - msalgado@losandes.com.ar

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