Independiente Rivadavia, uno de los clubes más grandes de Mendoza, atraviesa una grave crisis deportiva, económica e institucional que puede llevarlo a un inminente descenso de categoría. Los paupérrimos resultados de los últimos años en la Primera B Nacional, sumados al malestar del plantel por la abultada deuda salarial que la dirigencia encabezada por Leonardo López alimentó, son muestra fiel de este presente doloroso, lacerante y con claros síntomas de agonía que, para tristeza del hincha, tienen a la Lepra a pasos del Federal A.
La goleada sufrida en Pergamino terminó por demostrar que el club, en su conjunto, no tiene una dirección firme. Tanto en lo meramente futbolístico como en lo dirigencial. El 4-0 que le propinó Douglas Haig, un conjunto que no es candidato a nada, hirió y mucho a un Azul que necesita cambios inmediatos si pretende sanarse a seis capítulos del cierre.
Hoy, los dirigidos por Daniel "Profe" Córdoba (1.168 de promedio) no están en el último puesto del descenso por obra divina, o mejor dicho porque Juventud Unida de San Luis (1.133) y Central Córdoba de Santiago del Estero (1.105) están haciendo una pésima campaña que, de alguna manera, juega en favor del crédito mendocino. Pero, ¿hasta cuándo recibirá esta "ayuda"?
Un repaso necesario
Desde que volvió a la segunda categoría del fútbol argentino en el 2007, el equipo del Parque no ha hecho más que pelear la permanencia. Nunca jugó por otra cosa. Jamás luchó por ascender. El premio fue la salvación, constantemente, tanto por Promoción como por promedios apenas superiores a los de las víctimas de turno.
Pasaron un montón de directores técnicos: Arnaldo Sialle, Roberto Trotta, Eduardo Carbini, Aldo Bolado, Jorge Ribolzi, Fernando Gamboa, Sergio Aldunate, Fernando Quiroz, Claudio Úbeda, Jorge Ghiso, Enrique Hrabina, Ricardo Dillon, Gustavo Zapata, Claudio Del Bosco, Ricardo Rodríguez, Daniel Garnero, Pablo Quinteros, Felipe Canedo y Daniel Córdoba; pisaron "La Catedral" centenares de jugadores bajo las presidencias de Daniel Vila, Domingo Marzari, Dardo Agost y Leonardo López; hubo sponsors grandes, medianos y chicos, y nada. Nada de nada. Independiente Rivadavia siempre fue un abonado a la zona roja de la tabla general.
El tema no es de ahora. No se analiza la coyuntura sino cómo ha ido decreciendo en este último tiempo la institución centenaria. La masa societaria bajó considerablemente conforme pasaron las temporadas y un gran número de hinchas hizo sentir su bronca, sobre todo en lo que va de 2016.
Por estas horas se habla del alejamiento de Córdoba como DT y hasta de que López, presidente en reemplazo del renunciante Dardo Agost, también tendría pensado dar un paso al costado aunque dejaría el cargo una vez finalizado el certamen.
¿Quiénes son los responsables del delicado momento de Independiente? ¿Cuál es la salida? ¿Habrá algo de luz entre tanta oscuridad?
