La Lepra del ‘73, los caudillos reforzados

Después de 5 años, Independiente vuelve a la élite: derrota a Boca, el Rojo y empata (3-3) con Huracán.

La Lepra del ‘73,  los caudillos reforzados

La mística leprosa estaba más vigente que nunca. Después de 5 años (1968 había sido el único), Independiente Rivadavia clasificó al Nacional 1973 tras ser campeón de la Liga Mendocina de Fútbol en 1972, campeonato que es recordado por las “seis finales” entre la Lepra y Atlético Argentino.

Se ponen la casaca azul como refuerzos Víctor Legrotaglie, Luis Darío Felman, Cayetano Guayama y el “Documento” Ibáñez, entre otros.

Los triunfos más recordados en aquella campaña fueron ante dos equipos grandes en el Bautista Gargantini. A Boca Juniors lo derrotó 1 a 0 (ese día Independiente Rivadavia vistió de rojo) con un gol del Documento Ibáñez, después derrotó a los Rojos de Avellaneda y en la penúltima fecha le impidió a Belgrano de Córdoba ser el primer semifinalista de los indirectamente afiliados.

“Sensacional victoria de Independiente con gol de Ibáñez”, tituló Los Andes. “El Documento Ibáñez se comió la cancha y la red”, eternizó El Gráfico, que hacía hincapié en la incipiente paternidad del fútbol mendocino sobre el Xeneize.

Aquella tarde, Boca también desperdició chances ante Cabaleiro, elegido como la figura descollante del partido por Los Andes, que lo calificó con 10. La Lepra tenía un plantel espectacular y un gran equipo, plagado de grandes jugadores, que no clasificó a las finales por esas cosas del fútbol. Le ganaba a los grandes en inolvidables partidos, y perdía o empataba con equipos de menor nivel.

Para la historia: un equipo  de lujo

De izquierda a derecha: Pedro Sartirana, Eduardo “Tucho” Méndez, Alberto Cayetano “Negro” Guayama, Víctor Antonio Legrotaglie, Luis Darío Felman, Héctor Alfredo Millicay y Juan Carlos “Documento” Ibáñez. Independiente se había reforzado con lo mejor de Mendoza de la época, fundamentalmente con jugadores de Gimnasia, como el Víctor, quien fue contratado en lugar de Silvio Marzolini, el ídolo de Boca, cuyo pase concretado, se había frustrado a último momento.

El rubio defensor, ya había firmado para los azules, y por una diferencia económica posterior con el presidente azul, Don Walter Bragagnini, nunca jugó ni un solo minuto para el Azul, aunque oficialmente figure en los registros de la Liga Mendocina.

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