La Legislatura quiere apurar la paridad de género en las listas

Hay tres proyectos para llevar la participación a 50%. La misma ley ya rige en el Congreso nacional.

La Legislatura quiere apurar la paridad de género en las listas
La Legislatura quiere apurar la paridad de género en las listas

Las elecciones 2019 podrían presentar una novedad: que en las listas electorales haya la misma cantidad de hombres que de mujeres. Para que suceda esto, la Legislatura tiene que propiciar el debate de la ley de paridad de género en las listas, un tema que amaga con ser una de las discusiones al regreso de los legisladores al recinto, en febrero.

El objetivo de la norma es elevar la obligación de la participación femenina en la política y llevarla del 30%, que establece la ley de cupo femenino, al 50%.

Si bien los principales partidos políticos (UCR, PJ y FIT) han avanzado en esta dirección, todavía hay "resistencias" según cuentan las mujeres impulsoras del debate.

Actualmente la Legislatura tiene un promedio del 35% de representación femenina, porcentaje que no cambiará en la composición que viene y que asume el 1° de mayo.

El contexto en el que se enmarca este posible nuevo impulso es la sanción de la ley nacional de paridad de género en las listas electorales, el 23 de noviembre. Es decir, para los cargos nacionales ya es ley la disposición de igualdad.

En la Legislatura mendocina miran de reojo este debate que se impuso por el pedido de las diputadas nacionales de distintos partidos políticos y se animan a prometer, sin tanto grado de precisión, avances en el mismo sentido en los próximos meses.

"Es una deuda pendiente a la que tenemos que darle pronto tratamiento. En las últimas sesiones estuvimos con otros debates, como la ley de Presupuesto y la ampliación de la Corte,  pero cuando volvamos en febrero (después del receso de verano que termina el 31 de enero) hay que ponerse a trabajar en esto, hay varios proyectos", reconoció el presidente de la Cámara de Diputados, Néstor Parés.

En este punto, hay tres legisladoras que tienen proyectos de paridad de género y que están dispuestas a impulsar el debate.

En la Cámara de Diputados, María José Sanz (UCR) propuso que las listas se confeccionen con binomios, es decir, en el tramo de dos candidatos debe haber un hombre y una mujer.

En el Senado, Daniela García (UCR) planteó la alternancia de entre un hombre y una mujer, mientras que Patricia Fadel (presidenta del bloque PJ), redactó un proyecto, en 2002 (un anterior mandato), en el que agregó que no sólo sean los cargos legislativos los que planteen la paridad de género, sino todas las instituciones colegiadas.

En la Legislatura adelantan que estarán revisando todos los proyectos pero que se avanzará en la modificación de la ley 2.551 de Régimen electoral.

Es decir, por el momento la paridad será para el armado de las listas con el objetivo de que en 2019, al igual que el Congreso, la representación femenina llegue al 50% en la Legislatura y en los concejos deliberantes.

Por su parte, Fadel adelantó que el tema ya lo planteó puertas adentro con las mujeres peronistas de las dos cámaras y con las secretarias del partido. En un próximo paso, pedirá un debate específico a la vicegobernadora, Laura Montero. 

"Queremos un espacio multipartidario no solo para que salga la ley sino para que sea un lugar en el que luchemos por más protagonismo", señaló la presidenta del bloque justicialista en el Senado.

En este sentido, hay que recordar que el debate nacional se dio bajo el impulso e imposición femenina. El proyecto, que había sido sancionado en el Senado el año pasado, fue incorporado a último momento en el orden del día (no se había contemplado la discusión de labor  parlamentaria) y en el recinto fue defendido por diputadas de diferentes bloques. Así el tema se precipitó y fue ley.

Una práctica de hecho

Actualmente, la Cámara de Diputados tiene el 35.41% de mujeres y el Senado el 34.21%, porcentajes que se corresponden con la obligación de que exista un mínimo del 30% de mujeres en el armado de las listas electorales.

Esta disposición es conocida como la ley de cupo femenino, que fue impulsada por la senadora nacional Margarita Malharro de Torres (UCR) en 1989. En Mendoza entró en vigencia en 10 años después, en 2001, con la ley 6.831.

"La ley logró cambiar una tendencia en la que solo estábamos representadas en un 5% en el Congreso nacional en 1991. En este sentido, el cupo femenino ayudó, pero todavía existe ese techo de cristal", señaló Montero y se apuntó entre las que piden el 50%.

La vicegobernadora es una de las también pide presencia de mujeres en la Suprema Corte de Justicia, reclamo que volvió a poner sobre la mesa con el proyecto de ley de ampliación de los integrantes del tribunal, hoy frenado en Diputados.

El debate por la paridad, si bien tiene varios años, se planteó en abril pasado en la Casa de las Leyes casi a modo de reclamo, en el contexto de la discusión de la reforma electoral.

Si bien el impulsor del pedido fue el PJ, varias radicales se sumaron y recordaron sus proyectos. Pero la discusión quedó frenada con una promesa del Poder Ejecutivo que hasta ahora no llegó: una modificación de la ley de Partidos Políticos que incluya la obligación de la paridad en la participación.

"Este era un tema para sacar de agenda en un año electoral", justificó Sanz, en sintonía con la respuesta oficial que se dio en aquel momento.

El debate que se había generado en abril comprometió a los partidos a ser coherentes con su pedido, por lo que en el armado de las listas de las últimas elecciones se incluyó la paridad de género. El PJ lo hizo por Congreso Partidario, por lo que quedó instituido para el resto de los comicios.

La UCR planteó que las mujeres encabezaran una de las dos listas por distrito. Así, mientras que en el 1° Distrito la lista del Senado fue encabezada por un hombre, la de Diputados comenzó con una mujer, por mencionar un ejemplo. Esto asegura que en el caso de entrar sólo la cabeza de lista, siga existiendo la igualdad. En cambio, en la lista nacional se armó con el criterio de binomios, por lo que hubo candidatas en primer y tercer término.

El FIT, por su parte, es el partido que ha puesto en práctica este criterio desde un principio: tanto en las listas como en las dos cámaras tiene mitad y mitad.

En cambio, el Partido intransigente, que ingresará el 1° de mayo del año que viene, aportará un total de 6 representantes, todos hombres. Estos, sumados a la mitad de los legisladores que quedan y que no que fueron elegidos con el criterio de paridad, hará que la próxima composición que viene no muestre variación en la composición femenina: en Diputados será una más y en el Senado una menos del total de mujeres que ya existe.

Mitos y verdades

Aumentar el porcentaje del cupo femenino en las listas electorales y plantearlo en términos de igualdad es un debate que tiene al menos 15 años, si se toma como referencia el proyecto de la senadora Patricia Fadel. Pero puertas adentro de los partidos políticos sigue teniendo resistencias actualmente.

"Está la creencia de que van a llegar por ser mujeres y no por su idoneidad, pero no es así", señaló la senadora Daniela García.

La radical impulsa un proyecto junto con el senador Ernesto Mancinelli, de Libres del Sur. El ausentismo a las sesiones entre el año 2001 y el año 2016 fue del 24 % en el caso de las mujeres, mientras que los hombres faltaron el 31%.

"Esto va en contra del mito de que la presencia de las mujeres afectaría la calidad del trabajo", justifica el proyecto.

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