En estos días, la Justicia dictó dos fallos que pusieron fin a la persecución que el kirchnerismo impulsó, a través de los tribunales, contra propietarios y directivos del Grupo Clarín, principal accionista de Los Andes. Se trata de la sentencia que dictó la Cámara Federal de San Martín, provincia de Buenos Aires, absolviendo a Ernestina Herrera de Noble en la causa que se le seguía por la adopción de sus hijos Marcela y Felipe y de la resolución del juez federal Julián Ercolini, que rechazó la acusación fiscal contra Héctor Magnetto y otros directivos de diario La Nación y La Razón, por la compra de la empresa Papel Prensa a la familia Graiver, realizada en noviembre de 1976
En cuanto al proceso en el que se investigó durante quince años la adopción de Marcela y Felipe Noble, sugiriendo que ambos eran hijos de desaparecidos y en el cual se sometió a la señora de Noble y a sus hijos a verdaderas vejaciones, el tribunal concluyó que “los hechos bajo investigación no pueden relacionarse con personas detenidas-desaparecidas en forma forzada durante el período 1976-1983”.
En el caso de Papel Prensa, la resolución judicial de Ercolini, que no se encontraría aún firme, se apoya en pruebas periciales, documentales y testimoniales contundentes y sostiene que nunca se probó vinculación alguna entre los adquirentes de Papel Prensa y las coacciones y amenazas denunciadas por los vendedores integrantes del grupo Graiver sino que, por el contrario, la decisión de venta se habría originado en deudas previas o por relaciones financieras entre el grupo empresario vendedor y la agrupación Montoneros y que al momento de la compra, los accionistas y representantes del grupo Graiver gozaban de total libertad para realizar la operación.
Afirma que tampoco se probó que los gravísimos delitos declarados de lesa humanidad sufridos por algunos de los vendedores tuviesen relación causal con la venta de Papel Prensa, ya que aquellos se produjeron con posterioridad a la misma. Finalmente, da por acreditado que la operación no se realizó a un precio vil.
Ambas causas son un verdadero símbolo del valor de la prensa libre en la medida que tienen su origen en el autoritarismo, el rechazo de la democracia republicana y la oscuridad,que sostuvieron los Kirchner, quienes pusieron todos los resortes y poderes del Estado al servicio de la persecución de quienes se atrevieron a discrepar con el pensamiento único que se pretendió imponer durante la última década, especialmente de la prensa independiente.
Pero estos fallos evocan además, inevitablemente, la hipocresía y la cobardía que corre por las venas de una gran parte de la élite política, judicial y de la dirigencia argentina en general. La evidencia de los hechos y la contundencia de las pruebas hacen inexplicable la demora en la que incurrió la Justicia para resolver ambos procesos, pronunciándose recién cuando los vientos políticos cambiaron.
Evocan también el aplauso oportunista de tribunas políticas y medios de comunicación adictos a aquel gobierno, en todo el país y también en Mendoza, motivados en la mayoría de los casos por las ventajas económicas que recibían a través de la publicidad oficial o por el interés de la manipulación ideológica y partidista de los derechos humanos.
Es indispensable que la sociedad recuerde estas persecuciones del poder y tome conciencia de que la libertad se construye y se defiende cada día.