En el segundo amistoso de la era Scaloni, Argentina empató 0 a 0 con Colombia, en otra presentación en tierras estadounidenses.
Menos modificaciones que las anunciadas por el joven entrenador (tras golear a Guatemala, Scaloni había barajado varios nombres nuevos para anoche), pero no fueron tantas: la aparición de Armani en el arco, de Bustos por el lateral derecho, Battaglia como cinco tradicional y de Mauro Icardi bien de punta. Igual, la identidad se construye con juego, con rodaje.
Y cuando uno ve nombres distintos, pero una misma idea –salida rápida, menos tenencia abúlica que en los últimos procesos–, ya al menos se dispone a encontrar nuevas virtudes. Tales como frescura y variantes en ataque. Sin que Icardi terminara de participar en el circuito, el resto de la ofensiva se coordinó, acopló y desdobló para crear varias situaciones.
Primero fue Palacios, luego el Pity Martínez, con remates desde afuera. Argentina se arrimó y se animó. Después sobrevino una gran combinación entre Pity y Tagliafico que derivó en el pase de gol del ex capitán del Rojo para Icardi y la salvada de Ospina.
Antes de los 20’ otra vez combinación de la dupla de la Banda, Palacios-Martínez, derivó en el remate del mendocino a las manos de Ospina.
Un error de Lo Celso le permitió a Cuéllar ceder a Falcao y el remate del ex River fue contenido abajo con esfuerzo por Armani. Era el primer llamado de atención cafetero, pisando la media hora de juego.
Poco, muy poco de esta nueva Colombia (ya no está Pekerman), y todo el segundo tiempo por descubrir.
Pero entre la inoperancia y la liviandad de Colombia, y la desdibujada versión albiceleste, el tiempo se fue consumiendo con la gran cantidad de cambios, y escasísimas situaciones de riesgo. Argentina había perdido frescura y sorpresa, mientras que Colombia sobre el final se animó a más, provocando un par de acertadas intervenciones de Armani, como se espera de él.
