El expresidente derechista Sebastián Piñera y el senador oficialista Alejandro Guillier disputarán en diciembre el balotaje de las presidenciales chilenas, que se presenta con un final abierto y en el que la izquierda radical jugará un papel determinante tras los resultados del domingo en primera ronda.
Si bien Piñera ganó el domingo como todos los pronósticos lo indicaban, incluso algunos auguraban su victoria con mayoría absoluta en primera vuelta, la votación obtenida por el ex mandatario (2010-2014) fue menor a la esperada, con un 36,6% de los sufragios.
A la inversa, el voto obtenido por la izquierda radical, agrupada en la candidatura de la periodista Beatriz Sánchez, fue la sorpresa, dejándola ahora con la llave de la segunda vuelta, la que tiene para analistas un pronóstico totalmente abierto.
“Piñera aparece ocho o nueve puntos por debajo de lo esperado y esto es un ingrediente que le imprime dramatismo e incertidumbre a la segunda vuelta. La clave será lo que haga el contingente de electores que apoyó a Beatriz Sánchez”, dijo el analista Marcelo Mella, de la Universidad de Santiago.
Día oscuro en mercados
El principal referente de la Bolsa de Santiago (IPSA) se derrumbó ayer 5,86% en respuesta al resultado de la elección del domingo.
El resultado preliminar del cierre había sido -5,51%, pero al final se confirmó su cierre en 5.076,02 puntos.
El segundo referente de la Bolsa, el IGPA, cayó 5,66% a 25.604,57 puntos, completando uno de los días más oscuros para el mercado bursátil de Chile en los últimos años.
“Esta caída se explica por el resultado. El mercado tenía internalizado un triunfo de Sebastián Piñera más amplio y el resultado no tan claro de ayer baja las expectativas”, dijo Arturo Alegria, director de la consultora Vision.
Golpe del Frente Amplio
Ningún sondeo anticipaba que Sánchez, una periodista de 46 años que irrumpió en la política recién en marzo pasado, sobrepasaría el 20% de la votación, lo que llevó a la candidata a hacer una fuerte crítica a las encuestadoras, otra de las grandes derrotadas de esta jornada electoral.
“Es un hecho político de gran envergadura”, reconoció el senador derechista Andrés Allamand, explicando que después de años en los que la política chilena se repartió posiciones entre dos coaliciones políticas: la derecha de Piñera y la coalición oficialista de centroizquierda, ahora se agrega un tercer actor, la izquierda radical.
“Representa una voluntad de renovación que no había sido identifica”, sostuvo por su parte el dirigente oficialista Pepe Auth.
Ese caudal de votos obtenido por Sánchez es el que deberá principalmente conquistar el senador Guillier, de 64 años, quien obtuvo su pase al balotaje con el 22,66%, unos 160.000 votos de diferencia con Sánchez. Pero el apoyo del Frente Amplio a Guillier no será tan fácil.
“Para llamar a votar por Alejandro Guillier tienen que pasar muchas cosas en los días que vengan. El tipo de campaña que hizo Guillier refleja precisamente la crisis de un conglomerado”, dijo ayer el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, uno de los referentes del flamante bloque político.
Guillier, que tal como Sánchez saltó a la política después de una dilatada trayectoria en los medios de comunicación, tampoco deberá descuidar los votos obtenidos por la candidata de la Democracia Cristiana, Carolina Goic (5,88%), y del progresista Marcos Enríquez-Ominami (5,68%).
“La pregunta es si Guillier va a lograr movilizar a la mayor parte del electorado que votó a Sánchez”, plantea el analista Mella.
Del otro lado, otra gran sorpresa de la jornada electoral chilena la dio José Antonio Kast, el ultraderechista que reivindicaba el legado de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990), que obtuvo el 7,9% de los votos, lo que lo convierte en un actor clave para Piñera de cara al balotaje.
Piñera dijo que integraría a su campaña a Kast para el balotaje.
Piñera apelará al centro moderado
El expresidente Sebastián Piñera afirmó que apelará al “centro moderado” para ganar el balotaje del 17 diciembre al candidato oficialista Alejandro Guillier.
Piñera ganó la primera vuelta celebrada el domingo, con el 36,6% de los sufragios, con una votación menor a la prevista.
Algunas proyecciones daban a Piñera una votación casi 10 puntos por arriba. Otra de las sorpresas de la jornada fue la alta adhesión que consiguió la representante de la coalición de izquierda, Beatriz Sánchez, quien con 20% hoy tiene la llave de la segunda vuelta.
En cuarto lugar llegó el ultraconservador José Antonio Kast, que reivindica el legado de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), con casi 8% de los votos, y ya le entregó su respaldo a Piñera.
“La suma de nuestro sector es 44,6%, por lo tanto, estamos conscientes de que debemos crecer para ganar la segunda vuelta”, dijo Piñera en una rueda de prensa en su comando ante medios extranjeros este lunes.
“Respecto si nuestra candidatura se va a derechizar o izquierdizar, ni lo uno ni lo otro. Vamos a seguir apelado y convocando a lo que se llama 'el centro social', que no es el tradicional centro político, es la moderación, es el sentido común; son los chilenos que quieren unidad y no división”, agregó el exmandatario.
Desde la noche del domingo, Piñera ha insistido en la repetición del escenario electoral de 2009, cuando ganó la elección presidencial en el balotaje al exmandatario Eduardo Frei tras vencer en la primera vuelta con 44% de los votos.