Miles de brasileños y argentinos disfrutaron ayer de una noche mágica con la presentación en público del astro Lionel Messi y la Selección argentina en una práctica abierta en el estadio Independencia de Belo Horizonte, a cuatro días de su debut en Brasil-2014.
Las cerca de 6.500 personas que consiguieron su entrada gratis el martes estallaron cuando el equipo de Alejandro Sabella encabezado por el crack del Barcelona salió al campo de juego del Club América, situada en el popular barrio Horto de la capital de Minas Gerais.
Argentina tiene su búnker en Cidade do Galo, el centro de entrenamiento del Atlético Mineiro en las afueras de Belo Horizonte, y la presentación ante el público local es una exigencia de la FIFA a las selecciones que participan en el Mundial.
El entrenamiento, que comenzó pasadas las 18 locales y duró 45 minutos, incluyó un “loco” (un jugador rodeado de compañeros a los que trata de robar el balón) y partidos de fútbol-tenis en el centro de la cancha.
El público, la mayoría de ellos brasileños y ubicado en las dos tribunas habilitadas, cantó y alentó a los argentinos en esta noche especial, sobre todo para aquellos que no tienen entradas para los partidos de la albiceleste en el Mundial.
“Para mí es un sueño porque no pensaba que iba a ver a Messi aquí en Belo Horizonte. En primer lugar, hincho por Argentina”, contó a la AFP Alex, un trabajador bancario de 38 años que habla español.
“Estuve allá, fui a la Bombonera (el estadio de Boca Juniors) y de a poco me enamoré del país. Aquí en Belo Horizonte somos muchos los que tenemos a Argentina como nuestro primer equipo”, explicó este joven rubio y de gafas que vestía la camiseta albiceleste.
Pequeña invasión de campo
Al final de la práctica, una veintena de personas, principalmente chicos, saltó el muro de acrílico de una de las tribunas para acercarse a los jugadores. El desborde no pasó a mayores, aunque Messi y compañía tuvieron que apurarse mientras la seguridad controlaba a los revoltosos.
La Selección Argentina llegó el lunes por la noche y hasta esta presentación había estado aislada, practicando a puerta cerrada.
Por eso, para los argentinos que viajaron a Brasil la posibilidad de ver de cerca a su selección con su gran estrella también fue algo muy emocionante.
“Vine a dedo desde Necochea, provincia de Buenos Aires. Tardé tres meses en llegar. No tengo entradas, pero no importa. Lo importante es llevarnos la copa”, dijo Marcelo Casal, que llevaba en sus manos una bandera celeste y blanca y un retrato del papa Francisco.
Argentina enfrenta el domingo a Bosnia en el Maracaná de Rio de Janeiro en la apertura del grupo F que integran además Nigeria e Irán, su segundo rival en un partido que se disputará precisamente en Belo Horizonte.
A pesar de ser la casa del América (actualmente en segunda división), el estadio Independencia es utilizado habitualmente por el Atlético Mineiro, el gran rival del Cruzeiro, considerado el dueño del mítico Mineirao.