El tratamiento de las adicciones a distintas sustancias se asoció durante décadas con largas internaciones que alejaban a los pacientes de su vida cotidiana.
Se trata de un paradigma que ha ido cambiando con el pasar del tiempo y al que se han ido adaptando tanto la Ley de Salud Mental (2010) como la del Plan Integral para el Abordaje de Consumos Problemáticos (2014). Este concepto de promover la internación como la última instancia en estos casos se reafirma a través de la Resolución Conjunta 5/2019 de la Secretaría de Gobierno de Salud y Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) que se publicó la semana pasada en el Boletín Oficial de la Nación.
La norma establece una serie de pautas para la organización y funcionamiento de establecimientos de tratamiento en consumos problemáticos y lineamientos de adecuación institucional.
Tal como explicaron desde el Plan Provincial de Adicciones de la Provincia, se trata de una normativa necesaria para adaptarse a los nuevos dispositivos de abordaje de las adicciones. "Hace 30 ó 40 años la forma de tratamiento para las problemáticas de consumo era la internación y las llamadas comunidades terapéuticas, pero hoy día se cuentan con muchos abordajes que son ambulatorios y se trata de abarcar la problemática desde la complejidad incluyendo otras variables", precisó Marta Hintuchi, coordinadora del Plan, quien añadió que previamente que lo que se buscaba era alejar a la persona de la sustancia y se la sacaba de su contexto.
La responsable reconoció que en Mendoza siguen existiendo comunidades terapéuticas y que no se apunta a cerrarlas, sino a que sea la última instancia del tratamiento. "La provincia trabaja con una comunidad terapéutica llamada Los Campamentos ubicada en Rivadavia que está profesionalizada. Cuando se considera necesaria la internación de una persona se hace uso del programa de becas que tiene el Plan Provincial", comentó.
Con respecto a las instancias previas a la internación Hintuchi, enumeró en primer lugar a los centros de salud a los que cotidianamente acceden a las personas. "Después hay alternativas que son dispositivos intermedios que pueden ser comunitarios, los centros provinciales asistenciales de adicciones (CPAA) que ofrecen tratamientos ambulatorios, hospitales de día que son más intensivos y hasta abordajes que tengan que ver con la inclusión socio laboral, después de todo eso recién pensar en los dispositivos asistenciales", aseguró.
Profesionales de la salud
Otro aspecto que aborda la resolución publicada recientemente es la profesionalización de los coordinadores de centros que ofrecen respuestas ante las adicciones. "La propuesta de la nueva normativa es poder ajustar las prácticas a las normas vigentes porque históricamente la respuesta a los consumos problemáticos no solo se construyeron desde el sector salud y es importante empezar a profesionalizar estos espacios", expuso Daniela Navarro, coordinadora del área de capacitaciones del Plan Provincial de Adicciones. Para ella es fundamental que se entienda que se trata de un problema de salud y que los responsables sean profesionales en esta área.
De todas formas, Hintuchi aclaró que las pautas de la mencionada resolución no son obligatorias. "Son lineamientos que permiten adecuarse y tienen que ver con aquellas instituciones que quieran recibir una certificación del Sedronar", manifestó la referente.
Centros en Mendoza
En la provincia los tratamientos de adicciones se abordan desde el estado a través de distintos efectores y específicamente a través de 9 CPPA. Además hay una oferta en el ámbito privado que puede ser profesionalizada o no. En este último caso se trata en su mayoría de organizaciones ligadas a lo religioso.
La asociación civil Conexión es uno de los ejemplos de la provincia donde se ofrece tratamiento profesionalizado para las adicciones. "Nosotros tenemos una mirada interdisciplinaria y hacemos un abordaje integral, ya que la problemática es multicausal y no podés dejar de verla desde la complejidad", explicó Silvina Mussuto, directora técnica del centro.
La psicóloga detalló que en primer lugar se otorga una reunión informativa donde se le detallan al paciente los pasos a seguir. "Proponemos que vengan desde la noción de sujetos de derechos", remarcó. Luego se realiza un proceso de admisión y diagnóstico y en base a la complejidad de la problemática, del compromiso biopsicosocial, de la severidad y del tipo de red de contención se define una propuesta terapéutica personalizada. "La misma incluye todas las prestaciones que ofrecemos, espacios de psicoterapia, trabajo social, psiquiatría y trabajos grupales, tanto para el paciente y la familia", señaló. Este abordaje es ambulatorio.
"Cuando vemos un riesgo cierto inminente para sí o para un tercero se hace la derivación a internación, pero siempre es el último paso, ya que tenemos la concepción de que el proceso de recuperación sea en contacto con su vida cotidiana, para que la persona pueda poner en práctica en la vida real todas las herramientas que aprende en el tratamiento", subrayó Mussuto.
Distinto es el caso de la organización Remar que no está profesionalizada. Desde allí no se consideran una comunidad terapéutica, sino hogares para el cambio de hábito. "Vienen personas con diferentes problemáticas sociales y nosotros les ofrecemos un lugar para dormir y para poder cambiar su estilo de vida voluntariamente", contó Víctor Festa, coordinador de Remar. Él mismo tuvo problemas de adicción a la cocaína y dejó de consumir cuando se acercó a la institución, luego de haber intentado una gran cantidad de tratamientos.
"Estuve bajo otros programas apoyados por Sedronar y no pude lograr más de 3 meses sin la droga, pero en los hogares de Remar hace 15 que estoy y no me drogo", relató en base a su experiencia personal.
"Además podemos acreditar en Mendoza 30 casos de chicos rehabilitados que hace 10 años que no consumimos", añadió. El coordinador explicó que desde allí no consideran que haya un sistema puntualizado que se digite a nivel nacional que sea efectivo para el consumo problemático. "Nosotros apuntamos a cambiar el hábito del ocio, de mentir y de no trabajar; por trabajar, decir la verdad y renunciar a las drogas", informó.
Aclaró que si entienden que alguna persona tiene un problema grave, realizan una interconsulta con un psiquiatra. "No estamos en contra de la medicación, pero de las personas adictas a las drogas son los menos los que necesitan medicación", expuso. Festa detalló que en la provincia tienen dos granjas con unos 60 chicos internados.
Deporte como prevención
Desde la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia se busca durante 2019 promover la práctica del deporte comunitario como respuesta preventiva y de fortalecimiento del tejido social. Justamente aprovechando la conmemoración del Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, proponen generar en cada diócesis maratones o actividades deportivas bajo el lema "Ganemos la calle con el deporte inclusivo".
"La relación entre el deporte y la acción preventiva es un concepto que se ha utilizado en muchos otros ámbitos además de la iglesia católica, pero como nuestro camino está ligado a colaborar con las personas que padecen adicciones, este año hemos puesto el interés de dedicarnos más específicamente al tema", explicó Darío Guerrero, parte de la Pastoral de Adicciones.
Desde allí aspiran a contar con la colaboración de la sociedad y aunar intenciones para que el deporte sea otra herramienta más en el camino a la prevención.
"Como cada diócesis tiene distintas formas de expresar el deporte, cada una decidirá la mejor forma de implementarlo", señaló.
En tanto adelantó que en Mendoza están trabajando en un proyecto concreto que se difundirá cuando esté finalizado.
Día Internacional de la lucha contra drogas
Mañana, como cada 26 de junio, se conmemora el Día Internacional de la lucha contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas.
La efeméride tiene por objetivo reforzar la acción y la cooperación con el fin de alcanzar una sociedad libre del consumo de drogas.