La interna en ATE cada día se nota más. Al punto tal que sus protagonistas ya no la esconden y los ataques discursivos toman creciente dureza.
Sin dudas que esos protagonistas son, por un lado, el secretario general, Roberto Macho, y por el otro, su antecesora, Raquel Blas.
Ambos lideran dos sectores claramente definidos dentro de la agrupación oficialista del sindicato, la lista “Naranja-ATE en acción”.
Una clara expresión de la pelea se vio días atrás, cuando se conoció un curioso mensaje de correo electrónico.
El mensaje cuestiona la actuación de Macho en el Congreso Federal (Confederal) de ATE, realizado en Buenos Aires la semana pasada.
“Roberto Macho se pasó a la Verde de Godoy”, se titula el envío, remitido desde la casilla infogremial@gmail.com. Nadie ha identificado aún al autor del texto, firmado por “Trabajadores de ATE por la recuperación del sindicato”.
“Godoy” es Hugo Godoy, titular de ATE nacional. La agrupación Verde, vinculada a Víctor De Genaro -ex aliado y hoy enemistado con el líder de la CTA “autónoma”, Pablo Micheli- tiene como principal opositora a la Verde y Blanca, relacionada con el kirchnerismo duro que representa, desde la CTA “argentina”, el docente Hugo Yasky.
La lista Naranja mendocina usó ese color para diferenciarse de esos dos grupos en agosto pasado, cuando retuvo la conducción del gremio local.
En su conformación, “hay militantes de distintas ideologías”, dicen. Pero claramente, en los últimos tiempos, ha habido preponderancia del Partido Obrero. De hecho, Blas se postuló a senadora nacional por el PO en 2015.
El mail asegura que Macho “abandonó los ejes que defiende la agrupación Naranja”. Y critica su participación en lo que ocurrió en el Confederal, al que asistieron 200 secretarios generales de todo el país.
Específicamente, habla de una pelea entre facciones de las listas Verde y la Verde y Blanca. En el hecho, ocurrido en el hotel Bauen de Buenos Aires, hubo varias ventanas rotas y una decena de heridos.
Nadie explicó oficialmente las razones de la pelea, aunque se dice que se debió a la distribución de fondos. El mail aclara: “Hay una brutal pelea por la caja, que deriva en esta penosa descomposición”.
Los firmantes responsabilizan a la Verde por el hecho. “Privilegia sus intereses burocráticos a la organización real de los trabajadores”, dicen. Y coinciden con la Verde y Blanca en que el Confederal fue “antidemocrático”, porque “las minorías no tienen participación”.
Que Macho haya sido parte del Confederal, y haya “saludado” su realización, fue motivo suficiente para que se le achaque “haber abandonado los ejes” de la Naranja “para pasarse” a la Verde.
La acusación se acompaña de un ataque frontal en el que le recuerdan su “prontuario”, como los golpes a un estudiante (diciembre de 2015 en una marcha en calle Colón); la agresión a Josefina Canale, titular del Casino (en febrero pasado) y el “grave hecho del robo en el supermercado” (de un pan, en junio último).
Antagónicos
A diferencia de otros tiempos, cuando Macho y Blas marchaban juntos, hoy aparecen enfrentados. Y si bien ambos hablan de que “hay que profundizar el debate”, no ceden en sus antagonismos.
“Estamos en un proceso de ordenamiento y reestructuración”, dijo el secretario general. “Nos estamos dando una fuerte discusión para ver adónde estamos y adónde vamos”, destacó.
Blas reconoció que “hay problemas” y sugirió “buscar caminos de recomposición”.
Pero esa búsqueda de armonía no se aprecia cuando se responden los ataques. “Es un escrache descomunal”, dijo Macho del mail, asegurando que es “una mentira” que él se haya pasado a la Verde.
“Todos los secretarios generales del país fuimos al Congreso y tomamos resoluciones. Eso no significa habernos pasado”, dijo. “Repudio la violencia, y me paro del lado de los compañeros que la sufrieron”, agregó.
Continuó: “Me voy dos días y aprovechan para pegarme”. Y resaltó que la primera parte del mail “se parece a un folleto que repartió Prensa Obrera”, periódico del PO.
Efectivamente, el mail replica parte del artículo “Bochorno en el Confederal de ATE: hacen falta un congreso de bases y una nueva dirección”, que publica la web del Partido Obrero.
Blas coincidió con el PO al criticar la no convocatoria a las bases. “Roberto debería haber llamado a un plenario local, no ir sin mandato”, dijo. “Allá tendría que haber pedido un plenario nacional, porque el Confederal es sólo una reunión de superestructura”, siguió.
Pero en buena parte, la pelea de fondo responde a la participación partidaria de algunos integrantes.
“Respeto la ideología de los trabajadores, acá no hay macartismo, pero no cae nada bien que el partidismo se meta en el gremio”, dijo Macho. “Nuestro sindicato responde a la asamblea de trabajadores, no somos el brazo sindical de un partido”, añadió.
Blas contratacó: “La independencia no tiene nada que ver con la participación partidaria. No se puede discriminar a un trabajador por militar en un partido. Eso es de épocas de la dictadura”.