Sólo 1 de cada 10 personas conoce los síntomas de la Insuficiencia Cardíaca Crónica (ICC), asegura un informe elaborado por el laboratorio farmacéutico Novartis en el que se toman datos de investigaciones internacionales. El dato surge de un relevamiento realizado en 2014 entre 11 mil europeos mayores de 50 años, abordajes que no suelen hacerse en el país.
Los síntomas comunes son dificultad para respirar, hinchazón de piernas y tobillos (edemas), rápido aumento de peso y cansancio o fatiga. La advertencia viene a tono con la cantidad de personas que puede resultar afectadas por esta patología, lo que en el informe se estima en 1 de cada 5 personas de más de 40 años. Además es una de las principales causas de hospitalización en mayores de 65 años de edad.
La extensión de la expectativa de vida hace que muchos adultos mayores excedan esa edad con lo cual es mucha más la población con chances de desarrollarla. De todas formas, los médicos aclaran que puede aparecer a cualquier edad.
"La insuficiencia cardíaca crónica (ICC) es una condición en la que el corazón no es capaz de bombear suficiente sangre al resto del cuerpo. Es la consecuencia final de la mayoría de las enfermedades cardiovasculares que no han sido tratadas en forma adecuada. Si bien tiene un alto impacto en la calidad de vida del paciente y una significativa tasa de mortalidad, pocas personas logran diferenciar los síntomas más comunes", explica el documento mencionado.
El cardiólogo Daniel Giménez dijo que la "IC empieza de una forma subclínica, sin síntomas por lo que el paciente no se da cuenta y de allí evoluciona hasta una insuficiencia más avanzada (...) En ocasiones se pierden muchos años en los que se podría haber trabajado en prevención".
En tanto, el doctor Sergio Perrone, cardiólogo especializado en Insuficiencia Cardíaca, Hipertensión Pulmonar y Trasplante Intratorácico señaló que se trata de pacientes que ya poseen una patología cardíaca previa.
"Si el paciente no hace bien los deberes se puede llegar a un estado avanzado en el que el pronóstico no es muy bueno, por eso es importante que el paciente tome en cuenta que se trata de una enfermedad potencialmente mortal". Dijo que mucha gente sobrevive a eventos cardiovasculares pero gracias a paliativos, pero que el daño queda, de allí la importancia de trabajar en prevención para evitar que aparezca.
Mencionó además que "la drogadicción es un problema porque la cocaína o cualquier droga de entretenimiento de las que se usan ahora -incluso el alcohol- en caso de abuso pueden llevar a la insuficiencia cardíaca".
Hospitalización recurrente
Perrone contó que es bastante habitual que el paciente al sentirse mejor se relaje y abandone los cuidados, lo más común es que empiecen a comer nuevamente con mucha sal. Tal conducta puede llevarlo a una descompensación y posible hospitalización. Cada vez que esto ocurre queda un daño lo que empeora las perspectivas y la calidad de vida.
Según datos difundidos por el laboratorio, "en la actualidad se cree que 1 de cada 4 pacientes con ICC fallece dentro del primer año después del diagnóstico. Una similar proporción vuelve a ser hospitalizada durante los 30 días siguientes de haber recibido el alta". Además, es causante de la muerte de la mitad de los pacientes mayores de 75 años durante el primer año de hospitalización.
Giménez comentó que todo depende del grado de IC. Aclaró que existen 4 grados, el 4 es el que tiene alta mortalidad, en torno al 50% en el primer año.
La hipertensión es la principal causa, seguida de las patologías coronarias, ya que se van dañando las arterias. Pero dijo que si se recibe un tratamiento adecuado los riesgos son bajos aunque nunca cero.
Lo prioritario es trabajar en la prevención de las patologías que pueden llevar a su desarrollo: hipertensión, diabetes, obesidad, sedentarismo, estrés, tabaquismo. Como contracara hay que decir que el estilo de vida actual corre en el sentido contrario favoreciendo su aparición en personas cada vez más jóvenes.
Hay que tener en cuenta que el envejecimiento, el deterioro de los órganos que conlleva y en particular del sistema cardiovascular dejan a la población mayor en condiciones más vulnerables. Esto en particular por la presencia de enfermedades relacionadas como hipertensión, dislipemia o valvulopatías, entre otras.
La falla cardíaca puede llevar a alteraciones en el funcionamiento de otros órganos. Por otra parte puede tiene impacto a nivel emocional. Según el documento 63% de los pacientes reporta síntomas que están relacionados con la depresión, que se suma a la ansiedad y a la sensación de pérdida de autocontrol que les producen problemas para realizar sus actividades cotidianas. Por eso es importante un abordaje integral en el que participen varios especialistas.
La idea es apuntar a mejorar la calidad de vida del paciente frente a esta enfermedad crónica que ocasiona falta de aire, dificultad para concretar actividades cotidianas, pérdida de apetito y deterioro de la masa muscular que se agrava por la imposibilidad de realizar ejercicio físico.