El costo de vida de los argentinos se disparó 5,9% en septiembre, por lo que la suba acumulada en los primeros nueve meses del año alcanzó el 37,7% y el indicador trepó 53,5% en los últimos doce meses.
El indicador mensual fue el más alto del año, ubicándose sólo por debajo del registro de septiembre de 2018 cuando había sido del 6,5%.
Así lo informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), al dar a conocer el Índice de Precios al Consumidor.
El mayor nivel de inflación volvió a registrarse en el Noreste del país, la región estructuralmente más pobre de la Argentina, con un salto del 6,2%. Le siguió la región pampeana, con un avance del 6,1%.
Luego se ubicaron el Noroeste, Cuyo y el Gran Buenos Aires con un alza del costo de vida promedio del 5,8%; y la Patagonia registró un 5,3%.
Los tres rubros que más subieron a nivel nacional en el noveno mes del año fueron: prendas de vestir y calzado, que mostró un alza del 9,5%; salud, que saltó 8,3%; y bienes y servicios varios, con un avance del 8,2%.
Los precios de los alimentos y las bebidas no alcohólicas treparon 5,7%; las bebidas alcohólicas y el tabaco se encarecieron 5,7%; vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles subió 2%; equipamiento y mantenimiento del hogar saltó 7,4%; y transporte se encareció 4,7%.
Por otro lado, los precios de las comunicaciones subieron 6,7%; el valor de la recreación y cultura ascendió 7,6%; educación mostró un avance del 1%; y restaurantes y hoteles, 5,2%.
La inflación mensual había sido del 4% en agosto; 2,2% en julio; 2,7% en junio; 3,1% en mayo; 3,4% en abril; 4,7% en marzo; 3,8% en febrero; 2,9% en enero; 2,6% en diciembre de 2018; 3,2% en noviembre; 5,4% en octubre; 6,5% en septiembre.
Tras conocerse el dato oficial, funcionarios del Banco Central dijeron a este diario que la suba de los precios registrada en septiembre (1,9 puntos porcentuales por encima de agosto) estuvo impulsada por "la significativa depreciación del peso" tras las elecciones primarias.
A partir del lunes 12 de agosto, con el resultado electoral ya conocido, hubo una fuerte corrección a la baja de los precios de los activos argentinos y una suba del tipo de cambio mayor al 20%.
En el Banco Central consideran que eso "interrumpió transitoriamente el proceso de baja de la inflación que la Argentina venía transitando desde abril pasado". La inflación que había bajado desde 4,7% en abril hasta 2,2% en julio, volvió a elevarse en agosto al 4%.
Y desde la autoridad monetaria señalaron que los precios de los bienes subieron 7,1%, por encima de los de los servicios que se elevaron 3,6%. “Esto era esperable por la condición de productos potencialmente transables, que los hace más sensibles a los movimientos del tipo de cambio”, dijeron las fuentes consultadas.
En ese sentido, destacaron que para acotar la suba de los precios y mitigar su efecto en los hogares, particularmente los de menores ingresos, el Gobierno Nacional lanzó una serie de medidas.
Dispuso la eliminación del IVA para productos de la canasta alimentaria (para consumidores finales) lo que amortiguó la suba de los precios de los alimentos. A ello se suma la decisión que el Gobierno Nacional de no aplicar nuevos aumentos a las tarifas de servicios públicos hasta fin de año.
En tanto, los funcionarios del Central dijeron que con el objeto preservar la estabilidad monetaria y financiera, la entidad continuó manteniendo una política monetaria contractiva e implementó un conjunto de decisiones destinadas a regular el acceso al mercado cambiario y a reducir la demanda de dólares.
"Las medidas implementadas permitieron estabilizar el tipo de cambio y que la inflación retome su sendero decreciente a partir de octubre. En octubre, los indicadores de alta frecuencia muestran que la inflación será significativamente menor a la de septiembre, reflejando que la inflación retomó el proceso de desinflación", dijeron desde el Central.