El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Mendoza aumentó un 2,7% en diciembre, y el año 2018 cerró con una inflación acumulada del 53,7%. La suba de los precios en la Provincia superó a la media nacional que fue del 47,6%, y se trata de la más alta desde la "hiperinflación", incluso superó a la de 2002, cuando el valor de los bienes se vio afectado por el fin de la convertibilidad.
Según los datos de la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE), la suba más pronunciada durante el último mes del año se dio en el rubro "esparcimiento", con un incremento del 15,6% con respecto al mes anterior, seguido por "atención médica y gastos para la salud" (4,4% desde noviembre). Este último se vio afectado por el incremento en las prepagas, en diciembre, de 8,5%.
Diciembre cerró con una fuerte desaceleración en el alza de los precios, si se tiene en cuenta el valor máximo que se registró en el año, cuando en setiembre se produjo un salto de 7,6%, lo que pudo explicarse por el alza en el rubro “transporte y comunicaciones”, que ese mes subió un 12,1%, seguido de “alimentos y bebidas”, con un 7,5%.
En tanto que, en el año, "transporte y comunicaciones" acumuló la suba más pronunciada (67,1%), seguido de "equipamiento y mantenimiento del hogar"(63%), vivienda y servicios básicos (57,3%), "alimentos y bebidas" (51,2%), "esparcimiento" (47,7%), "otros bienes y servicios" (47,2%), indumentaria (34,2%), y el rubro que menos se incrementó fue "educación" con un 22,5% acumulado desde enero de 2018.
Mendoza, por encima de todas las provincias
La inflación medida por la Dirección de Estadísticas y Censos de la provincia superó la media nacional (47,6%) y la de todas las regiones del país.
Mientras que en la Patagonia, en donde se registró el promedio más alto, se alcanzó el 50,6%, en la región con el porcentaje más bajo el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos registró incrementos en el orden del 47,1% (Gran Buenos Aires). En la región Pampeana la inflación alcanzó el 47,6%, en el noroeste el 47,8% y en cuyo, que comprende a Mendoza, el Índice de Precios al Consumidor mostró un incremento en el orden del 49,5%.
Esto se da, según explicó el economista, Pablo Salvador, porque la canasta del IPC local se construye en base a las necesidades de la población, y así el peso por capítulos (rubros) resulta diferente al que utiliza Indec. De esta forma, mientras que en Mendoza los transportes y las comunicaciones tienen un impacto del 25% en la canasta, a nivel nacional se considera un 14% y, considerando que se trató de dos rubros que impulsaron la suba, no resulta de extrañar que los valores provinciales sean los más altos del país, si se los comprara con los números del organismo nacional.
Igualmente, Sebastián Laza, economista asesor del Ministerio de Economía, señaló que Indec y DEIE tienen una forma de medición diferente en el rubro de "vivienda y servicios básicos", que provocó una distorsión mayor el año pasado. "Desde el organismo que conduce Facundo Biffi (DEIE), se están tomando medidas para adaptar la canasta provincia a la nacional", indicó.
Según el especialista, “el año pasado hubo una diferencia cercana a los 7 puntos, cuando no es real que Mendoza sea más cara que en el resto de los principales aglomerados del país. Es un problema de la composición de la canasta y sobre los ponderadores, por eso el gobernador Alfredo Cornejo ha dado directivas para mejorar los índices y se ha estado trabajando sobre eso”.
Un año atípico
En cuanto a los motivos de la suba, el economista de Evaluecon, José Vargas, explicó que lo que más la impulsó fue el impacto en los rubros fundamentales: tarifas, servicios públicos alimentos y bebidas, vivienda y servicios básicos. Pero también un fuerte incremento en el dólar, que pasó a duplicar su valor en abril (cuando alcanzó los $ 40) y su impacto en los combustibles, que a su vez afectaron al resto de los componentes de la canasta básica.
Por su parte, el economista Daniel Garro, de International Value Group, consideró que "la variación de los precios promedio ponderado, no la inflación (la cual surge, de mirar la emisión monetaria), pudo haber sido peor, si la tasa de interés no hubiera estado en los niveles descomunales en los que está (57,61 tasa de Leliq), producto del riesgo que existe, de invertir en Argentina (no sube porque lo haga el BCRA, este sólo responde a una acción previa del mercado)".
El salario rezagado
En este escenario, los salarios quedaron por detrás de la inflación, especialmente para los empleados del sector privado que no contaron con los beneficios de la cláusula gatillo, que activa un incremento salarial, siguiendo las variaciones que informa mensualmente el Indec.
“Los salarios se han mantenido debajo de los precios, atrasando su poder adquisitivo; de todas formas es importante recordar que, el mercado laboral, como buena parte de la economía, no responde a un mercado libre, así es que no sabemos el nivel real del salario; pero está claro que ha perdido poder adquisitivo”, consideró Daniel Garro.
Sebastián Laza, señaló que en 2018 la cláusula gatillo fue una "herramienta muy valorada por los empleados públicos, ya que les permitió mantener relativamente el salario estable, porque se les propone una permanente actualización ante la inflación. Es de avanzada lo que se ha hecho en materia de salarios de empleados públicos", consideró el economista.
El IPC nacional marcó 47,6%
Se confirmó lo que el bolsillo había anticipado: con un avance del 2,6% mensual en diciembre, la inflación acumuló un alza del 47,6% durante el 2018 y se posicionó así como la más alta en los últimos 27 años, según reveló ayer el Indec.
La división por regiones establecida por organismo oficial indica que la Patagonia sufrió la peor suba de precios en el año, con un 50,6%; le siguió Cuyo con un 49,5% y en tercer lugar quedaron el Noroeste y el Noreste, con 47,8%.
A su vez, el Gran Buenos Aires (donde se encuentran los principales bolsones de pobreza de la Argentina) registró un alza generalizado de precios del 47,1%; y la región Pampeana, donde pisa fuerte el campo, la inflación fue del 47,5%.
El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas anotó un alza del 51,2% en 2018.