El mercado cambiario transitó ayer una jornada frenética, en la que las compras en busca de refugio recalentaron la demanda y forzaron al Banco Central a extremar sus acciones para evitar que el dólar sobrepase los $ 47 en el mercado minorista.
Las debilidades estructurales y las dudas sobre el futuro político provocaron que ayer la Argentina sea uno de los países emergentes más afectados por el avance que el dólar registró en todo el mundo, ante temores respecto a la saluda de la economía global.
La incertidumbre volvió a caracterizar los movimientos en el sistema financiero, donde los inversores profundizaron su salida de los activos argentinos. El Riesgo País amagó con superar la barrera de los 1.000 puntos y con la tensión se rememoró lo peor de la crisis del año pasado, justo cuando se cumplió el primer aniversario del inicio de aquella debacle.
El accionar oficial permitió descomprimir la presión sobre la divisa norteamericana. La autoridad que conduce Guido Sandleris llevó la tasa de referencia a 71,039%, nivel solamente comparable con los de principio de octubre del año pasado, cuando se puso en marcha el agresivo plan monetario que se definió en el marco de la renegociación del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El incremento en el rendimiento anual promedio de las Letras de Liquidez (Leliq) en pesos fue de 2,669 puntos porcentuales respecto al miércoles y el avance acumulado en lo que va de la semana es de casi 4 puntos porcentuales.
Subir las tasas es una de las pocas herramientas que tiene a mano el Central para tratar de doblegar a la fiebre por el dólar, por lo menos hasta que la divisa en el mercado mayorista no supere los $ 51,44 y habilite así la inyección de reservas en el mercado.
Sin embargo, elevar el rendimiento de referencia en el sistema financiero representa un pésimo golpe para el ya vapuleado sector productivo, porque encarece el acceso al crédito en tiempos donde apremian la recesión y el desplome del consumo.
Los operadores cambiarios advirtieron que, además de colocar mediante dos subastas otros U$S60 millones (el precio promedio de corte de la segunda fue de $44,9831) por orden y cuenta del Tesoro, ayer el BCRA también recurrió a intervenciones en el mercado de futuro y que se registraron ventas de bancos oficiales para ampliar la artillería.
Redoblar los esfuerzos permitió que el dólar recorte la corrida inicial, cuando amagó con sobrepasar los $ 47 en el mercado minorista (en el banco Galicia llegó a venderse a $47,8, mientras que en el Nación llegó a $ 47,60 antes del mediodía).
El billete verde terminó con un avance de 1,16 pesos (2,58%) respecto al miércoles y se clavó en las pantallas de casas de cambio y bancos en $43,91 para la compra y a $46,08 para la venta, según el promedio oficial.
El dólar mayorista terminó con un salto de 95 centavos respecto al cierre previo. Culminó a $ 44,90 para la venta la jornada en la que el volumen operado en el segmento de contado superó moderadamente el promedio diario al ubicarse en U$S 783,059 millones.
Las reservas internacionales finalizaron en U$S72.081 millones tras una disminución de 82 millones correspondiente a la variación de las divisas frente al dólar, los títulos externos y otros instrumentos financieros.
El Riesgo País reflejó la volatilidad
El índice que elabora el banco JP Morgan comparando el rendimiento de los bonos argentinos con los del Tesoro de los Estados Unidos arrancó la sesión de ayer con un fuerte salto con el que sobrepasó los 1000 puntos básicos por primera vez desde 2017.
El guarismo, conocido técnicamente como Embi, arrancó la sesión con una suba en línea con el desplome generalizado de los títulos soberanos argentinos que cayeron hasta 7,3% antes del mediodía.
Sin embargo, la situación se revirtió pasada media sesión debido a que las cotizaciones de los bonos, según muchos analistas bursátiles, tocaron una suerte de piso. Finalmente el indicador terminó en 944 puntos.
En el plano bursátil, el índice Merval bajó 0,6 por ciento.