La industria manufacturera de Mendoza sufrió la pérdida de 4.674 puestos de trabajo en los últimos cuatro años, afectada por una disminución del nivel de actividad y condicionada por los "altos costos laborales". La mayor cantidad de empleos destruidos se asocian al sector vitivinícola, que tuvo dos temporadas de baja producción (2016 y 2017) y cuatro de caída de consumo en el mercado interno.
De acuerdo a las estadísticas publicadas por el Ministerio de Trabajo de la Nación, en el primer trimestre de 2015 habían 53.509 trabajadores registrados en empresas que se desempeñan en el rubro de industria manufacturera. La fuerza laboral mendocina bajó escalonadamente: pasó de los 51.880 operarios en 2016, a 50.841 en 2017, 50.396 en 2018 hasta llegar a los 48.835 trabajadores en 2019, siempre hablando del período enero-marzo. De punta a punta, en total la retracción es de 8,7% (es decir 4.674 empleos).
El centro del problema
Si se desglosan los resultados, la caída más pronunciada del empleo se dio en el rubro "alimentos", donde está comprendida la vid, con una participación casi absoluta en lo que respecta al empleo. Ese sector tenía 36.343 trabajadores registrados en 2015 y hoy cuenta con 33.149 operarios, lo que se traduce en la reducción de 3.194 puestos laborales.
También se registraron bajas importantes en la industria de la madera (-218 empleos), la minería (-150 trabajadores) y la producción de aparatos eléctricos (-298 empleados), entre otros rubros.
Baja de actividad
Para comprender la caída registrada en el empleo de la elaboración de alimentos industrializada, es necesario entender qué ocurrió con nuestra industria madre. De acuerdo a estadísticas del Observatorio Vitivinícola Argentino, en los últimos cuatro años las ventas de vinos en el mercado interno se contrajeron 16%. Además, producto de la retracción de consumo y de cosechas particularmente malas, en 2016 y 2017 la producción de vinos estuvo muy por debajo de la media.
Francisco Do Pico, vicepresidente de Bodegas de Argentina, explicó que la baja del empleo es lógica, teniendo en cuenta la caída en el sector, tanto en el mercado interno como las exportaciones. "En el caso del comercio exterior hubo un repunte sostenido en los últimos doce meses, pero el alza no ha compensado la caída del empleo", apuntó.
En cuanto al presente de la actividad, Do Pico detalló: "el achicamiento del mercado interno, que perdió 150 millones de litros en los últimos cinco años, explica en parte la merma del empleo en toda la cadena de la actividad".
Por su parte, el integrante de la Unión Vitivinícola Argentina (UVA), Eduardo Senra, señaló que desde hace tiempo que el sector se encuentra en una situación de reducción de mano de obra, que es un gran componente en los costos. "Recordemos que tan solo en la finca, la mano de obra se lleva el 65% del costo anual y por ello es que la cantidad de trabajadores que tuvo históricamente, se encuentra en caída", comentó.
"La relación de los altos costos y baja rentabilidad, impactan de lleno en ambos sectores (bodega y viña) en lo que a mano de obra se refiere", agregó.
El resto de los sectores también está en caída. Los metalúrgicos, por ejemplo, informaron que la mitad de los créditos que se toman se usan para pagar salarios.
Desde el Gobierno, en tanto, destacaron que se trabaja activamente para generar empleo, con programas como el Bono Fiscal, que otorga beneficios impositivos a las empresas que inviertan y generen trabajo. Además, está disponible el Programa de Recuperación Productiva (Repro) para las empresas en crisis, a través del cual el Estado subsidia parte de los salarios.