Entre mendocinos estará, la semana que inicia, la definición de uno de los temas que desvelan a la industria nacional y a la vitivinícola en particular: la posibilidad de que algunas empresas recuperen, al menos provisoriamente, los subsidios que la Nación eliminó de cuajo del sistema eléctrico. Funcionarios del ministerio de Economía se reunirán en la semana con su comprovinciano, Andrés Chambouleyron, subsecretario de Planificación Tarifaria, para definir la metodología que restituya el beneficio.
Un análisis previo arroja que en Mendoza hay alrededor de 285 electrointensivas en condiciones de recuperar el beneficio. Cerca del 20% son establecimientos vitivinícolas, entre bodegas y plantas elaboradoras de mosto.
Cada una debe detallar la potencia contratada y la incidencia de la energía en sus costos de producción. En tal sentido, en los últimos días vienen acumulándose las consultas ante el EPRE (Ente Provincial Regulador Eléctrico).
Según el director de Energía provincial, Pablo Magistocchi, “resta definir si se efectivizará total o parcialmente, y por cuánto tiempo, pero lo cierto es que las empresas deberán abrir sus costos. Y mostrar que la energía representa más de un 20%”.
De acuerdo con cálculos oficiales, en 2015 el sistema energético nacional absorbió $ 180 mil millones en subsidios. El objetivo es cerrar el 2016 en $120 mil millones. Esto, sin contar la reasignación parcial del beneficio a la industria.
El EPRE y la Dirección de Energía buscan terminar de pulir una base de datos antes de la reunión en Buenos Aires. Habrá que hacer equilibrio para que el beneficio, dure lo que dure, sea lo más abarcativo posible: es que el VAD (Valor Agregado de Distribución) de las distribuidoras habrá aumentado 92% en 2017. Pero aún así hay tela para cortar, porque el megavatio trepó de $ 90 a $ 350. Y el techo está a 100% de distancia.
A principios de mayo, el ministro de Economía, Enrique Vaquié, había anticipado, con la venia de su par de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, que varios cientos de empresas recuperarían la ayuda.
Aquí están, éstas son
Escorihuela, Suter, Pernod Ricard, Bianchi, Norton, Esmeralda, Catena, Chandon, Fecovita, López, Trivento, Finca Flichman, Toso, RPB, Zuccardi, La Rural, Finca La Celia, Piedra Negra, Amadeo Marañón, Kaiken, Salentein, Doña Paula, Belasco de Baquedano, Argento, Peñaflor, Vollmer- Uco Valley, Nieto Senetiner, Clos de los Siete, Baudron, Sta. María de los Andes, Viñas Argentinas, Dominio del Plata, Vitivinícola Mayce Group, Crotta, Los Haroldos, Pupinco, Orfila, Benvenuto, Fantelli, Antonio González, Vitis, Monte Real, Benedetti y Establecimiento Bertona. Así está compuesto el listado inicial de potenciales beneficiarias, que completan las cooperativas Norte Lavallino, Tulumaya, Norte Mendocino, Coop. Vit. San Carlos, Nueva California y Giagnoni, además de las mosteras Jugos de Cuyo, Kineta y Granuva.
Aún interiorizándose sobre los requisitos, Miguel Abdala, de Monte Real, se entusiasma. Es que la firma, habitual jugadora del mercado de commodities, por la merma de cosecha elaboró 50%menos y se mantuvo al margen del mosto para concentrarse en el vino a granel.“Es una buena noticia, porque con menos producción, la energía que contratamos nos costó casi lo mismo que el año pasado. Las nuevas tarifas pegan fuerte, más aún con la presión de costos en el mercado interno y un dólar que se desinfla”, analizó.
Pese a que 35% de su producción va a EEUU, Abdala admite que aún con ayuda es difícil exportar. “El mercado interno será más fuerte. Habrá que ver en qué medida las góndolas resisten la escalada de los insumos”.
Un caso que el Gobierno muestra como testigo de flexibilidad para asegurarse energía accesible es Globe Metals. La productora de ferrosilicio podrá desde ahora adquirir energía directamente en el mercado mayorista (es accionista de Hinisa-Hidisa) a un valor diferencial al que habitualmente paga a Edemsa.
Precisamente, entre los proveedores hay algunos electrodemandantes como las fábricas de tapones y cápsulas Ramondín y Altieri, y la cristalería Cattorini. No es un dato menor, ya que se preanuncia otra suba del 5% para junio.
Presión de las cámaras
“Nos preocupa y se lo manifestamos al ministro Vaquié. Como estamos atentos a los incrementos, según lo comunican los proveedores, vamos a tratar de contenerlos en insumos enológicos y botellas”, detalló Walter Pavón, de Bodegas de Argentina.
La estrategia es lograr acuerdos. Según Pavón, “que tengan en cuenta una aplicación más laxa, sobre todo por el impacto que tienen las subas en general, incluidas las de tarifas, en los establecimientos más pequeños”.
Antes, la FEM había formulado una propuesta propia: restituir el subsidio “por un plazo determinado, a tarifas de riego agrícola de pymes de servicios, frigoríficos, galpones, bodegas y agroindustrias".