La industria, el futuro y las importaciones

Durante los últimos años, muchos insumos necesarios para diversas actividades industriales han tenido inconvenientes para su ingreso al país. Según se anticipa, la situación puede complicarse aún más en corto y mediano plazos. Es un tema que preocupa a to

La industria, el futuro y las importaciones

Los propios empresarios han encendido las señales de alerta. Les preocupa que, en su afán de retener divisas, el Gobierno nacional imponga nuevas trabas a las importaciones de productos, lo que podría significar un fuerte golpe para el funcionamiento de la actividad, en los distintos rubros.

Hay “antecedentes” que preocupan y que exigen que quienes tienen a su cargo conducir los destinos de las provincias afectadas tomen cartas en el asunto y planteen con seriedad y urgencia una solución al problema ante sus pares nacionales.

Hay un hecho concreto que no se puede obviar. Gran parte del crecimiento exponencial que tuvo nuestra principal industria, la vitivinícola, estuvo dado por la incorporación de tecnología de punta para poder extraer el máximo del potencial de las uvas que se cultivan en la región.

Las bodegas adquirieron equipos de frío para la elaboración de los caldos y barricas para la guarda de los vinos, además de corchos y otros elementos en la tercera etapa, la del fraccionamiento.

Se produjo paralelamente un proceso interesante en razón de que, a excepción de las barricas, de los corchos y algún tipo de levadura, en el resto del esquema parte de lo importado fue suplantado por una industria metalúrgica nacional que supo adaptarse a las nuevas exigencias.

Sin embargo, esos elementos “insustituibles” han comenzado a tener problemas para ingresar al país y en la reciente vendimia muchos bodegueros debieron sufrir las consecuencias de las largas demoras en la importación de productos.

Con un agravante, tal como lo señaló el titular de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, al señalar que no se puede medir con una misma vara lo que sucede, en razón de que la barrera de control de ingreso es “discrecional” y que las trabas principales se centran en la demora de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación y la tardanza en la autorización para girar divisas al exterior.

A esos aspectos debe sumarse que la modificación negativa de las calificadoras de riesgo determina que las pólizas que aseguran las mercaderías que contratan los exportadores tienen una prima de riesgo mayor, porcentaje que impacta en las cuentas de los importadores.

El conocimiento más acabado de lo que sucede se da con la vitivinicultura porque, por ser una industria más ordenada, los propios dirigentes empresarios venían advirtiendo los problemas, pero ahora se conoce también que la situación afecta a una larga lista que incluye, entre otros, maquinaria y repuestos agrícolas, vehículos, fármacos e insumos médicos y maquinaria para la industria del petróleo.

Al decir de los economistas, la situación a futuro puede llegar a complicarse aún más, en razón de que, por cuidar las reservas para mantener los dólares que se necesitan para negociar la deuda con los fondos buitre y los posibles ataques especulativos, puede derivar en que se profundicen las trabas para la importación de productos. La decisión “discrecional” en las aprobaciones de importación puede afectar seriamente a las economías regionales.

Las voces de alerta ante lo que puede suceder en el corto y mediano plazos no se hicieron esperar y surgieron de parte de todo el espectro industrial.

La responsabilidad que les cabe a quienes tienen la responsabilidad de conducir la situación es muy grande y deben responder acorde a las circunstancias.

Es mucho lo que se ha hecho y mucho lo que se ha invertido, y no se lo puede perder por decisiones erróneas de quienes tienen el poder de decisión.

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