La incertidumbre ante una posible declaración de independencia se propagó ayer por la economía de Cataluña hasta las pequeñas empresas y los ahorristas, luego de haber empujado a bancos y grandes firmas a hacer las maletas.
Después que Caixabank -tercer banco de España-, Banco Sabadell -quinto- o la empresa de hidrocarburos Gas Natural trasladaran sus sedes sociales fuera de Cataluña la semana pasada, la fuga continuó ayer con anuncios similares del gestor de autopistas Abertis, su filial de telecomunicaciones Cellnex y la inmobiliaria Colonial.
“Nos llamó un cliente que estaba interesado en nuestra gestión, pero al decir que estábamos en Barcelona, eso fue un problema”, señaló María Hinojosa, empleada de una consultora financiera en la avenida Diagonal, una de las principales zonas de negocios en la capital catalana.
“Claro que afecta, hay una merma de ganas para comprar un piso, la gente ahora se lo piensa antes de invertir, por lo menos quiere esperar a ver qué pasa”, dijo de su lado Pedro Gómez, mientras fumaba en la puerta de su inmobiliaria.
Con la salida de los bancos, el desasosiego cundía también entre los ahorristas.
“Hemos estado con unos nervios, tenemos nuestro dinero en CaixaBank, dos veces hemos llamado, porque dices: ¡Tus ahorros!”, dijo Mercedes Cortinas, una ama de casa de 51 años en Barcelona.