Los soplos cardiacos suponen un importante elemento diagnóstico para detectar la presencia de un defecto del corazón y vigilar su curso clínico. Los soplos llamados "inocentes" o no patológicos se encuentran en un gran porcentaje de niños a lo largo de la edad pediátrica.
El soplo, suele ser el primer motivo para derivar un niño al cardiólogo infantil. Es un "ruido" que suelen escuchar cuando auscultan el corazón del niño, y la mayoría de las veces no tiene importancia. En estos casos de denomina "soplo inocente" y se encuentra aproximadamente en 3 de cada 4 niños sanos.
"Para confirmar si un soplo es inocente o nos está avisando de ese 2% de cardiopatías congénitas indetectables mediante la auscultación, es importante realizar una ecografía cardíaca", afirma el Dr. Joaquín Ratti, Cardiólogo Infantil. "Se trata de un estudio inocuo y similar a las ecografías de las embarazadas, que realizan los cardiólogos infantiles. Con esta prueba somos capaces de ver el corazón y sus estructuras, y comprobar si ese ´ruido´ está justificado o no por alguna alteración del mismo, y derivarlo en caso necesario a un centro especializado en cardiopatías congénitas para su intervención", comenta el Dr. Ratti.
Es importante transmitir tranquilidad a los padres cuando el pediatra informa sobre la existencia de un soplo en el corazón, ya que en la mayoría de los casos se trata efectivamente de "soplos inocentes".
La Academia Americana del Corazón recomienda realizar una ecocardiografía a todos los niños menores de 2 años con un soplo cardíaco aunque no tenga síntomas, o a cualquier edad si hubiera dudas respecto al tipo del mismo.